14. Amuleto de mala suerte

2.8K 347 115
                                    

Intente frenarlo, pero esté rápidamente se quito de mi agarré, mostrándose enfurecido.

—¡Aléjate de mí!

— ¡Espera! Diablos... ¿Por qué no me dijiste? —Lo volví a frenar, sintiéndome completamente avergonzada, alterada y molesta.

— ¿Decirte qué? —Mantuvo su ceño completamente fruncido. Sé notaba que sólo quería largarse del lugar para no seguir viendo mi rostro, pero aún necesitaba responder mis preguntas, ¿Cómo si quiera había acabado en esa situación? Solté un suspiro lleno de frustración antes de hablar.

— Nos besamos ¿No? ¿Por qué no lo mencionaste? —Sentí entonces mis mejillas enrojecer con violencia y el rostro de Sunghoon se tensó aún más, marcando su mandíbula a más no poder.

Se delató con su mirada, él lo recordaba.
¿Por qué entonces no dijo nada?

— ¿Por que tendría que hacerlo? Es algo qué tú hiciste... —soltó frívolamente y sentí ganas de llorar del bochorno.

— ¡Ya lo sé! ¡Pero sabías que lo había olvidado!

Sunghoon se cruzo de brazos para responder, pero su mirada paso por mi hombro, transformándose en una llena de desazón.

— Genial... —bramó y me gire a ver.

Ahí estaban, en plena pista de baile se encontraba el dúo de chicos que casi me habían dejado como un crimen de peluquero y ahora eran ex alumnos de la escuela.

Instantáneamente toque mi cabello para asegurarme de que siguiera ahí, sintiéndome ya en modo supervivencia.

— Hay que salir de acá... —solté, haciendo por error un mortal contacto visual con el que tenía el pelón—. Sí, definitivamente hay que irnos ahora mismo de esté maldito lugar.

— Olvidalo, No alcanzaremos a escapar... Ven. —Sunghoon tomó a de mi mano con apuro, haciéndome seguirlos sin más opciones.

Era realmente el peor momento para que esos dos loquitos aparecieran. Estaba en medio de una maldita pelea con mi vecino en donde mi dignidad ya ni siquiera estaba en el suelo, ahora se encontraba bajo tierra en una tumba con fecha y todo.

— ¡Los baños están del otro lado! —Le hice saber a Sunghoon al ver que se dirigía al lado opuesto, pero ya era muy tarde.

Sin encontrar otra salida, se dirigió a la sala tras la cortinas. Le di una mirada poco fiable pero sabiendo que estabamos en apuros y no teníamos más opciones, avance junto a él. Sunghoon corrió al cortina a un lado y tapo mis ojos al instante, impidiéndome ver, pero no escuchar los sonidos levemente extraños que se oyeron, más el cambio de música tecno a uno más tranquilo y sensual.

Seguí sus paso sin ver absolutamente nada, guiada solo por su mano sobre la mía la cual afirmaba con fuerza para no caerme directo al suelo por mis grandes plataformas. Quitó entonces su mano de mis ojos, haciéndome una rápida señal de que guardara silencio.

Observe a nuestro alrededor, dándome cuenta que ahora nos encontrábamos en un cubículo realmente extraño. Parecido a los de los centros comerciales para probarse ropa, pero esté no tenía espejo y al contrario, tenía un cómodo sillón, en el cual ahora estaba sentado con los pies arriba, Sunghoon.

Palmeó sus piernas mirándome y le dí una mirada mortal.

— ¿Perdiste la última neurona en tu cabeza? —solté entre dientes y esté sonrió con falsedad.

DEVIL'S ADVOCATE / SUNGHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora