25. ¿No confías en un vil pecador?

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Camino a la disco bar nos dirigíamos yo, Jisoo y Heeseung. El lugar hoy tenía una temática de maquillaje, habían comenzado a crear noches con temática y sí las cumplíamos, teníamos descuento, por lo que claramente lo hicimos. Yo y Jisoo decidimos ir con delineados rojos llamativos y Heeseung sin molestarse se puso unos pequeños cristales bajos sus ojos.

Un buen delineado, merecía un buen conjunto de ropa, por lo que me puse unas botas apretadas rojas, junto a un vestido corto del mismo color.

En el camino Heeseung no decía nada aún ante mi presencia, sabía que aun se sentía por lo sucedido con Sunghoon, yo tampoco quería hablar aun, en realidad no sabía ni siquiera que decir, por lo que Jisoo salío al rescate a hablar.

— ¿Sería bueno que ninguno de los tres tomara hoy? Somos muy locos... —comentó, haciéndonos sonreír y ablandando el ambiente extraño que se había creado.

— Creo que sería lo mejor —contesté.

— Hoy solo bailemos hasta desmayarnos ¿Les parece? —sugirió Heeseung y lo mire extrañada.

— Eso es algo intenso.

— ¿Lo vez así? Yo lo veo entretenido. —Sonrió y Jisoo soltó una risita.

— Estás demente.

No nos demoramos casi nada en llegar al bar, el cual por cierto ya empezaba a tener una fila medianamente larga de gente joven y atractiva. Muchos vestidos bien, con hermosos delineados y maquillajes, pero ninguno que superara los que yo y Jisoo nos habíamos hecho. Al parecer la pelinegra tenía un talento nato oculto relacionado con el arte y los maquillajes. Después de esperar unos cuantos minutos hablando entre nosotros, nos encontramos nuevamente con esa vibra eufórica y seductora que rodeaba el interior de la disco bar de noche.

Jisoo se perdió entre la multitud rápidamente como sí de sólo pisar el suelo del lugar hubiera caído ante su oscuridad y la retumbante música que parecía dejar en trance a todos aquí.

— ¿Cómo estas? —Llevé mi mirada a Heeseung, tratando de romper el hielo entre nosotros dos que se había creado apenas Jisoo nos había dejado de lado.

— ¿Realmente quieres saber? —Me sonrió a medias.

— Lo siento.

— Al carajo. Ya es pasado, Willow. —Forzó su sonrisa, acercándose más a mí—. Ahora solo me gustaría pasarla bien y disfrutar del momento. ¿Quieres ser parte de eso?

Tomo de mi mano y me deje, observándolo.
Los cristales bajos sus ojos producían un destello de luz cada vez que las parpadeantes luces los iluminaban. Lo hacía ver llamativo.

Heeseung comenzo a acercarme a la pista de baile. Estando entre cuerpos el aire fresco se hacía escaso, nuestra cercanía se acorto por el poco espacio y el chico de rubio vainilla comenzó a moverse al ritmo de la música de una forma sensual.

Le sonreí.
Heeseung nunca parecía perder esa esencia juguetona y a la vez seductora que tenía incluso si había pasado un mal rato.

Me uní a bailar, comenzando a vibrar con la energía del lugar y de las personas que nos rodeaban, hasta que noté algo.

Por la cortina que siempre se hallaba cerrada y que detrás de esta predominaba la luz roja, salió un chico que llamo mi atención al instante por la vibra atrayente que emanaba. Vestido completamente de negro, con una chaqueta de cuero, pantalones sueltos, el cabello negro peinado hacía atrás con gel dándole un plus intimidante y un delineado negro que rodeaban sus ojos, haciéndolo resaltar entre la prendida multitud.

No fue hasta que se dió vuelta totalmente hacía mí que caí en cuenta que se trataba de Sunghoon. Deje de bailar casi al instante, dejándome llevar por el estupor del momento.

DEVIL'S ADVOCATE / SUNGHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora