16. ¿Heartless boy?

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— ¡Heeseung! —Llegué hasta la cocina completamente agitada, sobresaltado al moreno quién ahora estaba sirviéndose un gran sándwich con apariencia dudosa.

— ¿Qué sucede, bonita?

— Necesitamos llamar a la policía, Sunghoon esta en problemas ¡Vamos! ¡Ahora! —exclamé acelerada y esté me siguió con el ceño fruncido.

— ¿De qué estás habland...? —No dejé que soltara ninguna palabra más y lo agarré del brazo casi arrastrándolo conmigo.

Llamamos a la policía mientras íbamos camino hacía la disco bar lo más rápido que pudimos llegar. Pensar en el hecho de que Sunghoon podía estar en problemas serios por mi culpa hacía que mi estómago se estrujara en nervios y preocupación.

¿Por qué no había avisado?
¿Por qué no lo había mentido cuando le pregunté?
Tal vez hubiéramos podido evitar todo esto si me hubiera hecho saber lo que sucedía.

El auto policial llegó segundos después de nosotros. Fui corriendo hacía el callejón de la disco bar con el corazón en la mano y los vi.

Efectivamente, ahí estaba Sunghoon, peleándose a muerte contra los dos matones como si no hubiera mañana.

— ¡Sunghoon! —grité. Su boca sangraba, sus nudillos se veían lastimados pero a pesar de eso seguía peleando contra los dos chicos, quienes sin piedad le devolvían los golpes.

Cuando escucho mi voz se dió vuelta a verme, dejando de lado su frenesí, desconcentrándose instantáneamente. Fueron segundos en los que su rostro dejo de estar tenso y me miró desconcertado, como si quisiera preguntarme que diablos estaba haciendo ahí. Lamentablemente, su distracción le dió ventaja a los contrarios para que estos lo botarán al suelo, golpeandolo con agresividad.

Los policías llegaron rápidamente a mi lado y al ver la escena en donde golpeaban a Sunghoon poniéndolo en una situación favorable a ojos de las leyes, sacaron sus armas y disparando al cielo, llamaron la atención de los matones.

— ¡Ellos son! ¡Lo quieren asesinar! —exageré a propósito, para que no se libraran de esta tan fácilmente.

Los chicos al darse cuenta de lo que sucedía, rápidamente trataron a darse a la fuga como los cobardes que eran, pero termino siendo un intento completamente fallido. Los policias fueron más ágiles y los atraparon tirándolos al suelo para esposarlos.

Heeseung llegó a mi lado, observando la escena con la boca levemente abierta. Y yo, sin perder más tiempo me acerqué a Sunghoon, arrodillándome a su lado con preocupación.

— Sunghoon... Santo cielo... —Tome su rostro entre mis manos. Su nariz sangrando y las múltiples heridas de su rostro me hicieron jadear en sorpresa.

El pálido mordió su labio con dolor al intentar levantar su espalda. Lo ayude rápidamente a sentarse, pero esté agarro de mi muñeca, llamando mi atención.

— ¿Estás bien? —inquirió, alzando su mirada a mi rostro, mostrándome una genuina preocupación que me dejo completamente descolocada.

— ¿Estás loco? ¡Necesitas ir a un hospital...! —contesté mostrándome completamente histérica, pero paré al ver como una sonrisa se formaba en sus labios.

Una sonrisa hermosa, pero manchada por la sangre de su lastimada boca.

— Te dije que dabas mala suerte.

Mordí mis labios y sintiéndome aún más peor ante su comentario, lo abracé.

— Eres un idiota, Sunghoon —susurré, apretándolo contra mi cuerpo con más fuerza mientras sentía mi corazón aún latir aceleradamente por la situación de tensión que acababa de vivir.

DEVIL'S ADVOCATE / SUNGHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora