18. Malas ideas

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Desperté por un manotazo sobre mi cabeza que me salir bruscamente de el sueño más hermoso que había tenido en mi vida.

Era millonaria.

— Ahg... ¿Qué diablos? —Me llevé una mano a la cabeza, desorientada.

No había nadie en el salón de clases, nadie expecto a Sunoo.

— ¿Y los demás? —Fruncí el ceño.
Tal vez todavía era muy temprano.

— ¿Lo olvidaste? Tenemos una reunión en el gimnasio. De parte de la dirección, todos deben de estar ahí antes de las nueve Willow. Faltan solo cinco minutos, vamos —me regaño, tirando de mi brazo para que me levantara como si se tratase de mi madre.

Dos veces al año la dirección se tomaba la molestia de mostrar el cronograma de actividades que se llevarían acabo en el semestre. Salidas de cursos programadas, festivales, ferias científicas, entre otras cosas relacionadas con la escuela.

Llegué al gimanasio junto a Sunoo, observando las gradas llenas de estudiantes con rostros aburridos a la espera de que la reunión comenzara.

— ¡Chicos! ¡Aquí!

Entre la multitud se alzo Jisoo, com su sonrisa atractiva. Mis ojos fueron al chico quién se hallaba sentado a su lado con un rostro hosco, Sunghoon.

Su mirada cruzo con la mía por un par de segundos y me sonrió de lado, como si de solo verme le divirtiera. Lo quedé mirando inexpresiva, no em agradaba. Es más, íbamos a empezar una guerra de miradas cuando sentí un brusco golpe en mi espalda que me hizo tropezar a un lado.

— Disculpa...

Me giré aturdida, topándome con un rostro ya conocido que sostenía un balón de fútbol americano.

Yang Jungwon.

Un chico de último año como yo. Capitán del equipo de fútbol americano y compañero de clase de Sunoo y Jisoo. Nunca habíamos intecambiado palabras, solo un par de miradas. Nuestros grupos de amistades eran totalmente diferentes. Solo teníamos una conexión en común, y esa era Jisoo. Ella al igual que su mellizo, pertenecía al pequeño grupo de adolescentes que eran "famosos" entre los estudiantes.

— Está bien, solo casi me mandas a marte. —Sonreí con sarcasmo y esté soltó una pequeña risita, acercándose a mí repentinamente.

— ¿Tú eres amiga de Jisoo, no? Te he visto un par de veces con ella. ¿Will? ¿Wolf..?

— Willow —Me recompuse, observando las margaritas que se formaban con fuerza en sus mejillas tras mi corrección.

— Jisoo me ha contado maravillas sobre ti, espero que sean ciertas... —Se despidió, dejándome completamente intrigada.

Me acerqué a las gradas, sentándome entremedio de los mellizos para darle una mirada a Jisoo de recelo.

— ¿Así que le contaste maravillas a Jungwon de mí? —Sonreí con esfuerzo y la pelinegra puso una mueca de culpa.

— Nada malo, lo prometo. Él fue el que preguntó en realidad. Es un chico muy curioso... — E insoportable —la interrumpió Sunghoon, mirando de mal modo como en el centro del gimnasio Jungwon seguía jugueteando con sus amigos, pasándose el balón de fútbol americano entre ellos mientras los estudiantes pasaban por el medio.

DEVIL'S ADVOCATE / SUNGHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora