Aquel festival

Capítulo 16

Félix

Esta creciendo

—¿No deberías estar en la universidad? —inquirió —. O ensayando.

—Mmh. Debería.

—¿Y qué haces aquí?

—Bueeeno... —pienso —, paso tiempo contigo.

—Ayer no pasaste tiempo con ninguno. ¿Volviste a pelear con la DJ?

—Se llama Amanda.

—¿Volviste a pelear con Amanda? —corrigió.

—No —me levante mirándola —. ¿Haz estado enamorada alguna vez?

Se lo pensó por unos minutos mirando a un punto cualquiera para luego volver su vista a mí.

—Sí. De mi trabajo.

La mire mal haciendo que ella se encogiera de hombros.

—Me refiero a alguien. No a algo.

—Entonces no.

—Me gusta alguien.

—Mientras, no sea mi hermana, esta todo bien —volvió su vista a los papeles en su escritorio.

Me acosté nuevamente en el sillón mirando hacia el techo.

—¿Qué harías si una chica te pide un mes de prueba?

—Soy tu representante, no tu psicóloga.

—Mar, no estas siendo de ayuda.

—¿Te pidió tiempo?

Hice un sonido afirmando a su pregunta. Ella iba a responder cuando la puerta de su oficina se abrió.

—¿Este que tiene? —cuestiona Liv, mirándome.

—Mal de amores —respondió Mar.

—¿Volvió a discutir con Dnabi?

—¿Por qué todos piensan eso? —las mire a ambas ganándome una mala mirada de Liv.

—Silencio, mentiroso.

—Ya te dije que no mentí, en serio tenia que trabajar.

Ella se había enterado de que Amanda no tenía ningún trabajo el sábado, me dijo que era un mentiroso por no llevarla al concierto. Aunque le dije que no solo trabajaba de DJ, no creyó.

Recién ayer me arregle con Amanda, ni siquiera sabia que eso iba a pasar fue totalmente inesperado. Pero ahora tendría un mes para demostrarle que no me acerque a ella por alguna apuesta, ¿alguna vez alguien lo habría hecho?

Eso sería lógico respecto a lo que dijo ella.

Maldita sea el imbécil que haya hecho eso.

No me di cuenta de que habían llegado los demás, había perdido el hilo de la conversación y ya no sabia que era lo que hablaban.

El ruido que había en la oficina de Mar se desvaneció cuando ella se levanto golpeando su escritorio y mirándonos con los ojos entrecerrados.

—¿Qué hacen todos ustedes aquí?

—Pues... aquí trabajamos —respondió Dylan encogiéndose de hombros.

—Por si no se habían dado cuenta, es lunes.

—Lo sabemos. —Liam respondió ahora. —. Por algo estamos aquí.

—¡No, ustedes deberían estar en clases! —entrecerró los ojos y al parecer todos nos dimos cuenta de que si deberíamos de estar en clases.