[LIBRO 1 de AQUEL AMOR]
Un festival.
Una DJ y un baterista.
Él se enamoró con tan solo mirarla.
Ella no quería enamorarse.
Él quería saber su nombre.
Ella ya lo sabía.
Dos personas totalmente distintas con un mismo escape de sus realidades.
Ella...
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12 de abril (Cuatro días atrás)
—Esta muy lejos esta cafetería, ¿era necesario venir? —dice Alicia cuando ya llevamos media hora caminando.
—Anda, se veía muy bueno el café que vi.
—Solo sigo porque es la primera vez que te veo emocionada.
Había estado revisando en redes sociales y me salió una publicidad de esta cafetería, todos decían que el café que servían aquí es muy bueno. Me emocione tanto que le insistí a Alicia en que me acompañara.
Pero tenía razón desde hace algún tiempo que no me emocionaba algo tan simple como ir a una cafetería. Estoy empezando a creer que mi pasatiempo favorito es emocionarme por las cosas sencillas.
Hoy tenía libre en la librería y no tendría que prepararme para algún evento así que aproveche para venir aquí.
Entrando había unas cuantas personas. En el mostrador estaba una chica, que al parecer trabaja aquí por el logo en su camisa y frente a ella un chico estaba sentado, no pude visualizar quien era porque estaba de espalda. Aunque, se me hace muy conocida esa espalda y cabello.
Nos estábamos acercando para poder ordenar, ellos parecían conversar a gusto. La voz del chico era tan conocida.
—No. Solo me gusta Amanda —Félix dijo sin siquiera dudarlo. Con palabras tan parecidas a las que ya había escuchado.
¿Había dicho que solo le gusto yo?
Jamás le guste a alguien en verdad y eso no iba a cambiar ahora, además, él le dijo a su madre que solo éramos amigos.
Puede que no lo diga en serio, tal vez, solo lo dice por decir, no tiene sentido.
«Acercándome a los casilleros visualicé la cabellera oscura de Zack, antes de poder acercarme a él por completo me di cuenta de que estaba con uno de sus amigos. Mi casillero estaba cerca por lo que disimule mientras terminaban de hablar.
Podía escuchar un poco de lo que hablaban, Zack guardaba sus cuadernos mientras su amigo le hablaba.
—No. Solo me gusta Mandy —sonreí cuando lo escuché.
—Vamos, ella no está aquí. Ya no tienes que seguir fingiendo —las palabras de Jeff me desconcertaron.
—No sé de que hablas.
—Ella no está aquí, sabemos que solo estas con ella por esa apuesta que perdiste.
Mi mente se quedo en blanco, él solo se había acercado a mi porque perdió una apuesta. Debí imaginarlo, no era normal que de la noche a la mañana me hablara cuando en el instituto hay chicas mucho mas guapas que se ven espectacular sin lentes.
¡Por Dios! Esta claro que logró cumplir su apuesta.
—Cállate, imbécil, te pueden escuchar. Además, ya pasaron cuatro meses, tiempo suficiente ya no quiero seguir con ella por esa apuesta. —Zack miro a su alrededor encontrándose con mi mirada.
