Aquel festival

Capitulo 35

La estrella más brillante

Félix

26 de noviembre.

Sabia lo agotador que era viajar, solo quería llegar a casa a echarme en el sillón a ver un programa cualquiera y esperar a que sea mañana para volver a ver a mi novia. Sin embargo, sentarme a ver un programa era algo que no podía hacer ahora.

Pase por Bonnie apenas llegue y este se encontraba entusiasmado que me tomo por sorpresa, ni cuando lo dejo por mas tiempo me recibe así. Volvimos juntos a casa y él corrió al dormitorio.

Lo seguí grabándolo en su momento de euforia se subió a la cama quedándose en el lugar de Amanda. Sonreí al verlo ahí y estaba dispuesto a enviarle el video a mi chica, pero recibí una llamada de Grace.

ºººº

Me desperté cuando el timbre empezó a sonar repetidas veces, estiré mi mano tratando de encontrar el móvil.

El timbre seguía sonando desenfrenado que me levante antes de que el ruido empiece a molestar a los demás.

Visualicé a la chica de cabello gris y a una pequeña rubia apenas abrí la puerta, se abalanzaron sobre mi sin poder entender algo. Sophie se aferro a mi brazo como si de ello dependiera su vida.

Seguía sin entender la razón del por qué ellas estaban así, la mayor me miro fijamente en modo de regaño y alegría a la vez.

—¿Dónde has estado metido? —refunfuño mirándome.

—Pues aquí.

—¡Estábamos preocupadas por ti, Félix!

—¿Por qué? Después de que me llamaste me quede dormido —enarque una ceja—. ¿Qué sucede?

—Alguien... —se tomo una pausa para poder respirar— alguien llamo a Mandy diciéndole que habías tenido un accidente.

Me quede mirando a Grace sorprendido.

¿A quien carajos se le ocurre decirle algo así a Amanda?

Lo primero que hice al escucharle decir eso fui ir directamente a mi habitación, no encontraba el maldito teléfono por ningún lado. Mis hermanas me siguieron viendo mi desesperación por encontrar el móvil. Se dispusieron a ayudarme a encontrarlo siendo la menor quien dé con él.

No lo pensé mucho y sin pensarlo la llame su rostro mostraba desesperación, sus ojos llorosos golpearon mi corazón. No pude procesar bien lo que decía porque cuando estaba por decirle que no encontraba mi móvil lagrimas que estoy seguro retenía salieron de sus ojos.

—Cariño —volví a hablar con un nudo en la garganta—. Lo siento, yo me quede dormido y no encontraba el móvil, pase por Bonnie y olvide enviarte un mensaje —ella intentaba secar sus lágrimas—. Yo, lo sien...

—No digas que lo lamentas Félix —su voz sonó muy bajo que apenas la pude escuchar—. De verdad... en serio pensé que te había pasado algo malo.

—Estoy bien, te lo puedo asegurar —coloque el móvil en la mesita de noche mostrándome—. Mira —alce mis brazos—, de verdad estoy bien. Puedes verlo tu misma, little.

Mire a mi hermana sin poder reaccionar cuando Amanda lloro mucho más, Grace se acercó para asegurarle a mi novia que yo en serio estaba bien.

Después de unos minutos seguí diciéndole lo mismo y pudo contenerse un poco, hablamos cuando mis hermanas salieron de la habitación y ella me conto todos los detalles de lo que había pasado.