Aquel festival

Capítulo 10

Dnabi nunca había sonado mejor

Habíamos caminado hasta un lugar en la cima en el cual Amanda afirmo se veía un hermoso atardecer, no quería perder la oportunidad de ver uno junto a ella.

Estábamos sentados esperando que el atardecer llegara, yo estaba contándole sobre Bonnie, ella sonreía cuando le conté que me ignoraba siempre y que solo me daba atención cuando lo alimentaba.

—Ven ponte aquí —le digo ayudándola a pararse.

—¿Qué vas a hacer? —cuestiona confundida.

—Voy a tomarte una foto.

La ubico y ella se sonroja, me intente alejar para poder tomarle la foto pero tomo mi mano haciendo que la mirara.

—No tengo los lentes —, parece tímida.

—La voy a tener solo para mí, así que no te preocupes, te ves perfecta.

Le sonrió alejándome y sacando mi móvil para poder tomarle la foto.

Escondió sus brazos detrás de ella moviendo la cabeza hacia un lado, estuve a nada de acercarme y besarla, pero me contuve.

No sabía que tenía autocontrol hasta hoy.

Cuando estaba por tomar la foto vi como una mariposa de un color verde se quedaba en su cabello dándole el toque perfecto, tomé la foto sonriendo. Amanda no se había dado cuenta hasta que la misma mariposa se puso en su mano cuando las había extendido.

Volví a tomar otra foto. Y una más cuando reaccionó a la mariposa.

Tomé una secuencia de fotos con su reacción, en todas salía bonita. Me quedé mirando las imágenes hasta que la sentí acercarse a mi tratando de mirar también.

Tuvo que ponerse de puntillas para poder ver el móvil, la sostuve para que no pudiera caerse.

Mi corazón latía a toda prisa, estoy seguro de que ella pudo escucharlo. Me di cuenta de eso cuando ella miró de reojo sonriendo. Dejó de mirar las fotos y levantó la cabeza para poder verme a los ojos, aún seguía junto a mí.

Recorrí con la mirada todo su rostro, sus ojos seguían hipnotizándome tanto como la primera vez.

¡Maldita sea! Esta chica está haciendo despertar sentimientos que no creía tener por alguien. Hace que mi corazón se derrita cuando la miro. ¡Por Dios! Solo Sophie y Bonnie derriten mi corazón.

Ella no... ella no derrite mi corazón.

Pues como ves que sí.

Su mano sube a mi rostro y da caricias en mis mejillas, su rubor se intensifica y veo como muerde un lado de su labio inferior.

Control, vaquero. Tu puedes.

—Me gusta cómo se te ven —caí en cuenta de que se refería a las pecas en mi rostro.

Mi mano seguía en su espalda sosteniéndola, la acerque más a mí.

—A mí me gusta cómo te ves tú.

Pude notar como su vista bajaba a mis labios y estoy seguro de que la hubiera besado si ella antes no se hubiera acercado a mi besado la comisura de mis labios.

Pasó tan rápido que no pude reaccionar y cuando lo hice ella ya se había separado.

—No estoy de acuerdo con eso —dije apenas.

Amanda empezó a jugar con sus manos en un acto de nerviosismo.

—L-lo siento —concentro su mirada en uno de los árboles que estaban cerca.