Capitulo 33 [Parte 1]

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Amanda

Su felicidad es la mía

No sé por qué hoy el día ha sido mas pesado de lo normal, los profesores estuvieron inaguantables y mis compañeros ni se diga. Todos estuvieron murmullando entre si cada vez que pasaba por los pasillos o ingresaba al salón, no vinieron Thomas ni Alicia a clases hoy y mi móvil murió apenas ingrese al salón.

El lado positivo de todo esto, es que al mirar el reloj encima de la pizarra me di cuenta de que faltaba poco para que terminaran las clases. No se si me emocionaba porque Félix vendría a recogerme con Bonnie o porque se acercaba la fecha en la que se celebra el Wellfest y solo faltaban menos de tres días para que anuncien a los DJ invitados. Ese es el festival en el que conocí a Kai, lo seguía por redes sociales y hace tres años Aurora me animo a ir a ese festival, aunque yo no era invitada.

Fue mi inspiración en mis inicios y lo sigue siendo hasta ahora, siempre quise compartir escenario con él, y tal vez suene muy surrealista, pero todos los años desde que tuve el reconocimiento de la gente desee que me invitaran por primera vez a ese festival.

En algún momento espero logarlo.

La hora de clases por fin llego a su fin, sin dudarlo salí del salón y al estar fuera de la universidad visualicé a un chico alto con su conejo esperando fuera del auto.

Sonreí cuando vi la similitud de Félix y Bonnie en ignorar a la gente que se los quedaba mirando, caminé hacia ellos que seguían sin notar mi presencia. Mi novio miro su móvil y quise hacerle una broma, sin embargo, fue inevitable cuando el pequeño conejo salto de los brazos de su dueño.

—Al parecer alguien esta mas pendiente de mi —bromee tomando a Bonnie en brazos—. Hola pequeño, ¿me extrañaste?

Bonnie se dejo acariciar la cabeza y parecía estar a gusto, sentí un toque en mi brazo y noté a mi novio cruzado de brazos como un niño regañado.

—Yo también te extrañé, little —sonreí dándole un beso en la mejilla.

—Yo a ti más.

Él me regalo una sonrisa rodeándome con sus brazos.

—Vamos, debes tener hambre y Bonnie también —abrió la puerta del auto para mi—. Debo ser un buen padre y novio y no dejar que los seres que amo se salten sus horas de comida.

Félix muchas veces se refería a Bonnie como su mejor amigo o su hijo, nunca le dio pena decirle a los demás que en casa lo esperaba su hijo y en algunas entrevistas tuvo que aclarar que su hijo era un ser de cuatro patas lleno de pelos, regordete y tierno.

Estoy segura de que si él llega a ser padre seria el mejor que pueda conocer, sabe cuidar bien de las personas y más si se tratan de las que él ama.

No conozco a su padre, pero por las historias que Grace y él me han contado sé que no fue que esperaban.

Tal vez, por eso Félix trata de ser mejor para que sus seres queridos no sientan lo mismo que él.

—¿En que piensas? —su voz resonó en el auto cuando la música paro.

Lo mire por unos minutos mientras él manejaba y me daba cortas miradas acompañadas de sonrisas.

—¿Quieres tener hijos?

¿Qué?

—¿Ah? —el auto se detuvo.

Fruncí el ceño, solo solté esas palabras de la nada sin pensarlo: —Yo... no se qu...

—Sí —lo mire extrañada—. Si quiero tener hijos si son contigo, Amanda. Anhelo tener una familia juntos, y sé que somos muy jóvenes ahora para eso, pero realmente es lo que quiero.

Aquel festivalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora