| SORPRESA |

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DOMINICK

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DOMINICK

Dudas.

La libertad es algo que se anhela pero tambien puede ser tu perdicion si decides caminar por veredas que te llevan a lugares dudosos, yo tenia mi libertad intacta hasta hace poco, hasta que Seline Kozlov se cruzo en mi camino y yo fui su unica salvacion.

En este punto estoy viviendo el claro ejemplo de que las palabras no sirven de mucho si no vienen acompañadas de hechos. Yo necesitaba hablar con Seline para transformar esas palabras en hechos y para eso necesitaba tenerla solo para mi.

Necesitaba que entendiera lo que en realidad significaría "lo nuestro".

Seline camino junto a mi hasta llegar a mi coche y me fue inevitable girar la mirada para notar como parecía totalmente tranquila mientras se mantenía sumergida en sus pensamientos, en lo pálida que resaltaba su piel ante el sol y lo suave y sedoso que lucia su pelo lacio hasta la cintura, unas extrañas ganas de envolver un mechón de su cabello en mi dedo me llegaron solo para comprobar mi teoría y el querer acercarme por la simple razón de saber a que olía.

Me obligue a apartar la mirada y le abrí la puerta del copiloto para que se sentara, en el momento que su cuerpo paso rozando ligeramente el mio un envolvente olor a vainilla me sumergió en una terrible posición. Bueno, mínimo podía quitar una duda de mi lista.

Camine hacia mi puerta y deje salir un siseo de molestia para aclararme la mente y el cuerpo.

Comencé a conducir con la mente perdida, tenia la idea de que a donde la llevaría seria algo que le gustaría, en todo el camino ninguno hablo, Seline tenia la vista pegada a la ventana apreciando el paisaje que íbamos dejando atrás, poco después de que manejara con una rápida velocidad que al parecer no le afectaba en nada llegamos.

La enorme casa del lago, a decir verdad me sorprendió que nunca preguntara nada ya que estaba bastante retirado.

Lo que me gustaba de este lugar era la soledad que albergaba y que podía disponer de ella cuando quisiera ya que era de mi familia, me gustaba venir de vez en cuando, o cada que sentía la necesidad de desaparecer por unos días. De hecho aquí fue donde pase gran parte del tiempo cuando Seline estuvo en coma y del cual nadie de mi familia se atrevió a interrumpir, o mas bien mi madre que era la única que sabia que estuve aquí.

Y como si fuera apenas consciente de el lugar en que se encontraba las alarmas de Seline se encendieron, salió del auto algo aturdida y a la vez maravillada, una sonrisa salió de sus labios, sus ojos comenzaron a examinar todo el lugar, la sonrisa fue sustituida por una cara de confusión en menos de un segundo. Joder, esta chica era inusual.

Pase la vista por los mismo lugares que ella lo habia hecho buscando algun defecto, nada. El lugar se basaba en una casa gigante, con decoración tallada sobre la madera, un gran patio despejado, en la parte trasera habia inmensas hectáreas con caballos, tirolesa, un lago para nadar, entre otras cosas que he olvidado. Fácilmente la podríamos utilizar como atracción turística, pero ese no era el caso, mi madre era demasiado egoísta cuando se trataba de las cosas que ella mas apreciaba.

Linaje de PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora