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La boda transcurría bien en un ambiente festivo.
-Ni se me ocurra pisarme- le dije a George mientras me guiaba hasta la zona de baile.
-Por favor-nos colocamos- estas bailando con el mejor bailarín del mundo mágico-comenzó a moverse y parecía que yo no hacia nada, George consiguió hacerme reír varias veces durante la pequeña balada pero una voz nos interrumpió.
-Me dejas Weasley?-Theodore le pedía a George que le cediese el baile.
-Claro-me cogió de la mano y dejó un beso-señorita...-me dijo en forma de saludo. Theo se colocó donde anteriormente se encontraba George y seguimos bailando.
-Estas guapa, pareces más mayor
-Ya somos bastante mayores Theo-reí. Pensé en si sería peligroso decirle que nos íbamos o si debía saberlo.-Theo...-me miró alentándome a continuar-te quiero mucho, no te preocupes por m...-estaba explicandole, resumidamente que yo iba a estar bien pero una luz azul inundó la carpa y nos interrumpió.
Un patronus comenzó a hablar, era la voz de Kingsley. Mortífagos, ahora. Miré a mi hermano y él me miró a mi, le di un abrazo rápido y pronto empezó a sonar el singular  "pop" de las apariciones.
Siguiendo con el plan que Hermione y yo habíamos preparado busqué a Ron con la mirada, lo encontré en una mesa con algunos de sus familiares lejanos. Él me vio y caminó hacia mi también, cuando lo tuve a mano, le agarré sin avisar y nos desaparecimos.
Caímos en un frío callejón muggle y nada más tocar el suelo vomité en una esquina. Harry y Hermione ya habían llegado.
-Bolsos expansibles?-dijo Harry asombrado.
-Sois unas genias-acabo Ron.
Un poco más abrigados comenzamos a andar hasta entrar en una cafetería para organizar lo que haríamos.
Acabamos en una cafetería muggle algo mugrienta y con a penas dos clientes.
-Tenemos que movernos rápido-explicaba Herms mientras todos escuchábamos. La camarera llegó y ordenamos 4 cafés.
De repente la cafetería enmudeció y todo se volvió oscuro, los hechizos empezaron a dispararse a ciegas. Los dos supuestos clientes eran mortifagos, por suerte para nosotros y no para la cafetería que quedó horrible, los tumbamos rápido y nos apresuramos a huir de ahí.
Nos aparecimos en un bosque remoto, solo se veían árboles y el frío era insoportable.
Montamos la tienda mientras Hermione se ocupaba de llenar los alrededores de hechizos protectores.
-Tendremos que ir intercambiándonoslo-dijo Hermione sacando el guardapelo de su bolso-por seguridad.
-Trae yo lo cojo-le dijo Ron.
Ya instalados en aquel bosque, todos dentro de la tienes hablábamos sobre posibles horrocruxes y dónde debíamos empezar a mirar. Todos participábamos activamente en la conversación menos Ron que estaba apartado y callado. Me acerqué a él y levantó la cabeza, me senté a su lado y le susurré
-Estas bien?-dije con mi cabeza cerca de su cuello.
-Sí-sonrió desanimado-tranquila- fruncí el ceño y delicadamente quité el collar de su cuello.
-Me toca a mi-le dije. Pareció que aún que fuese solo un colgante estuviera sacándole un gran peso de encima.
Decidimos, cansados, irnos a dormir. Estaríamos ahí un par de días en los que nos daría tiempo a pensar y decidir que hacer.
Me preocupaba todo el mundo fuera, pero estábamos ahí para arreglar las cosas

Date cuenta- Ron Weasley y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora