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Faltaban dos días para irnos a casa y hoy se jugaría un partido súper importante de quidditch, gryffindor vs slytherin, obviamente yo iba con mi casa. Eran los últimos momentos y la tensión era enorme, iban muy igualados pero ganó gryffindor. Tiramos unos cuantos abucheos y nos fuimos de ahí. De camino al castillo vi a una tropa de gryffindors celebrando la victoria y fui para felicitar a Harry por su trabajo de buscador, iba corriendo con la cara colorada y algo feliz por la felicidad de mis amigos. Hermione fue la primera en darse cuenta de mi presencia, vino hacia mi y me tiró alguna pullita de guerra de casas.
-Vas a tener que esperar para felicitar a Harry, esta muy solicitado ahora-rió.
-No si ya lo veo- correspondi la risa- y donde esta ro...?- no pude acabar porque la muchedumbre vestida de rojo y oro comenzó a gritar de manera diferente y dejaron ver a Lavender Brown comiendole los labios a Ron, no solo eso, si no que él correspondía el beso. Hermione me miró al instante.
-____...-sintió pena por mi. Mis tonos empalidecieron y dos lágrimas amenazaban en salir, como no me gusta llorar delante de gente, y menos de desconocidos como todo gryffindor, me fui corriendo hacia Draco que me esperaba en la puerta del castillo. Al verme se acercó rápido.
-_____?! Qué pasó por qué lloras?-me inspeccionó viendo que no tenia heridas físicas y cuando recuperé el aliento le contesté.
-Ronald Weasley-sonreír sarcásticamente aun con mi cara empapada.
-Aún te gusta, no?-me miró comprensivo Draco, me alcé de hombros.
-Supongo que si, pero ahora ya esta claro que yo a el no-me até el pelo y andamos hacia dentro del castillo.
-Nunca digas nunca ____, a ti el te gusta y llevamos todo el verano follando-rió Draco
Lo pensé y tenia parte de razón.
-Puede que lo mejor sea dejarlo pasar-le dije- ahora no quiero pensar en eso.
-Y que quieres hacer?-me preguntó con otro cigarro en la boca. Se me encendió la bombilla, la mezcla de dolor y ganas de venganza se había apoderado de mi.
-Ir a la sala de los menesteres me apetece bastante- Me puse delante de Draco, le quité el pitillo de la boca y le di una calada, a continuación le di un beso y mi mano libre la llevé a la parte baja de sus pantalones.
Se separó y entendió perfectamente lo que quería hacer, llegamos más rápido que nunca.
Esta vez no era nuestra habitación con libros y plantitas, era una cama enorme y unas luces tenues. Las cazadoras y las chaquetas ya no estaban, ni hablar de los zapatos. No sé si había sido una buena idea la introducción porque Draco estaba el triple de dominante.
-Agáchate-me ordenó- sin quitar mis ojos de los suyos hice caso, bajó sus pantalones y dejó salir su miembro erecto. Aparté la vista de su cara y cogi su pene. La respiración de Draco ya era un show. Empecé a masajearlo y a dejar pequeños rastros de mi saliva.
-____...-Draco Malfoy suplicando. Lo metí hasta que se llegó dentro y me miró con la sonrisa más pervertida que haya visto nunca. Me subió a su cintura y me tiró al borde de la cama, los pantalones desaparecieron y me quedé en lencería, yo ya estaba muy mojada. Sin quitarme el sujetador empezó a masajearme los pechos mientras su miembro rozaba mis bragas, fue dejando besos por todo el abdomen hasta mis ingles y repitió el mismo procedimiento.
-Draco quítame las bragas ya-supliqué yo esta vez. Draco sonrío y me las quitó. Lo vi meter dos dedos en su boca y después empezar a masajear mi intimidad.
-Draco por dios-no podía más-los metió y empezó a masturbarme mientras me besaba los senos, cuando estaba llegando a mi límite, bajo su boca hasta ahí y sin retirar los dedos jugó con su lengua en mi clítoris.
-Para Draco para- me iba a venir. Mi brazo fue directo al suyo mientras repetidos gemidos salian de mi boca, acabé. Tenía las piernas temblando y Draco no parecía querer apartar la boca de mi vagina. Me erguí y también el, nos besamos y me fue cogiendo delicadamente del cuello hasta adjuntar más presión.
-Abre la boca ____- me dijo, y quien soy yo para decirle que no. Estaba en el borde de la cama y el estaba de pie. Me escupió-Buena chica-le sonreí y me tumbé para atras abriendo las piernas,dándole a entender que podía entrar cuando quisiera. Así lo hizo. Entró sin avisar y sin cuidado, embistiendo fuerte desde el principio. Nuestros gemidos ocupaban toda la sala de los Menesteres.
-Date la vuelta- me volvió a decir. Me puse en cuatro y aquí entró más despacio, de vez en cuando recibía una cachetada y me tenía agarrada del pelo. Yo no paraba de gemir su nombre y el mientras...
-Te gusta eh...?-Draco Malfoy en su totalidad y yo había estado encantada de conocerlo.
El ritmo fue aumentando y los dos llegamos ak climax... más de una vez. Nos tumbamos en cama agitados.
-El mejor polvo de... mi vida-dije.
-Concuerdo-me miró y chocamos la mano.
-Gracias por hacer que me olvidase de ese-le dije.
-Te hago olvidar de él de nuevo cuando quieras.

Date cuenta- Ron Weasley y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora