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Las semanas pasaban y la última prueba sería mañana, me había levantando tan tarde que iba corriendo por los pasillos con tres libros en mano y la corbata mal puesta. De repente me choqué con alguien. La persona que menos quería encontrarme. Levanté la cabeza y me encontré con una cabellera rubia mirándome seria.
-Malfoy! Perdona, llego tarde-dije recogiendo los libros y poniéndome en pie.
-Llevas toda la semana evitándome ____-me dijo mientras me colocaba bien la corbata.
-Yo? Qué va-le dije intentando escabullirme.
-Bueno, si tú lo dices. Nos vemos a las nueve en la sala de los menesteres?-me preguntó.
-Tú y yo solos? Ehh, claro vale. No sé donde es eso-le dije.
-A las nueve en la entrada a las mazmorras-me dio en el brazo amigablemente- adiós Nott.
-Chao Draco-le dije corriendo hacia mi clase.
Como había aceptado su invitación, que tonta. Después del juego me daba algo de vergüenza estar con Draco, Pansy ya me habla pero sigue un poco molesta.
Las clases pasaron lentas y fuimos a comer, esta tarde había quedado con los chicos en ir al lago a pasar la tarde y así fue.

Hermiome y yo estábamos hablando de los Timo's del año que viene, no tengo ninguna duda de que ella no tendrá problemas,un rato después se nos unieron Harry y Ron. Volvimos temprano al castillo ya que mañana era la prueba de Harry y necesitaba dormir bien.
Estabamos en la entrada cuando vimos pasar a Malfoy con Crabbe y Goyle.
-Nos vemos en una hora señorita-dijo bajito, pero no lo suficiente.
-Qué dice Malfoy? Vas a quedar con el?-me preguntó Ron algo molesto.
-Que va, tenemos que hacer un trabajo juntos-contesté intentando sonar lo más relajada posible.
Me despedí de los chicos y Hermione se quedó mientras ellos subían las escaleras.
-No nos han mandado ningún trabajo esta semana ____, dime-le expliqué a Herms el juego y que había quedado con Draco hoy-tía pues aprovecha, somos adolescentes, con todo-me abrazó y se fue ella también.
Subí a la sala común, me duché y me preparé para quedar con Draco, a las nueve estaba en la entrada, con un jersey largo y unos vaqueros anchos. Llevaba a penas unos minutos esperando.
-Te huele bien el pelo-dijo Draco detrás mía, acto seguido cogió mi mano y me empezó a guiar por el castillo.
-Gracias, a donde vamos?-pregunté intentando seguir la velocidad de Draco.
-A la sala de los menesteres, ya te lo dije-subimos una planta, y otra, y otra, así hasta llegar a la quinta. Draco se paró delante de una pared y empezó a andar.
-Draco que haces, esto es estupido no...-me callé cuando una puerta apareció delante mía.
-Adelante-me dijo Draco servicial.
Entramos y dentro había una habitación con estanterías con libros hasta el techo, un colchón en el suelo lleno de mantas y cojines, plantas y dos ventanas que daban a la parte de atrás del castillo, se veía todo el lago.
-Este sitio es increíble Draco-como lo descubriste. Draco me explicó el funcionamiento de la sala.
-Pensé en la habitación perfecta para ti-dijo él.
Estaba paseándome por las estanterías hasta que Draco vino y me apretó un poco la cadera, solté una risita.
-Tengo cosquillas Draco-le dije echándome un poco para atrás.
-Cosquillas?-me preguntó divertido acercándose un poco. Nos quedamos quietos y de un momento a otro los dos empezamos a correr entre las estanterías, me reía aún que no me estuviera tocando. Era genial ver a Draco soltarse.
La pelea de cosquillas acabó en el colchón, me tiré rendida y riéndome, Draco a mi lado. Cuando las risas cesaron Draco se apoyó sobre su brazo y yo lo miré, juntó nuestros labios despacio y se separó. Yo repetí su acción agarrando su nuca con mi mano y profundizando el beso. Minutos después Draco estaba encima mía sin camiseta, empezó a desabotonarme la blusa.
-Estás segura?-me preguntó agitado. Negué y sus dedos pararon de desabrochar mi camisa.
-Pero no pares-dije echando mi cabeza hacia atrás. Las prendas empezaron a esparcerse por el suelo de la habitación, habíamos cambiado de posición y ahora yo estaba arriba, me quité el sujetador y Draco sonrió. Volvió a ponerse el encima, fue dejando besos desde mi cuello hasta mi zona íntima, donde paró un rato. Ya sin ninguna prenda, Draco se puso el condón.
-Despacio-le dije bajito. Draco entró en mi y hundió su cabeza en mi cuello, nuestras respiraciones cada vez eran más irregulares, Draco al contrario de como parece, fue muy delicado en todo momento.
Los dos acabamos y salió de mi, se tumbó a mi lado.
-Qué acabamos de hacer Draco?-me llevé la mano a la cara.
-Follar Nott-se rió.
El sueño empezaba a ganarme.
-Tenemos que volver o me dormiré aquí-dije intentando levantarme, Draco cogió mi cintura con su brazo y me llevó a su lado.
-No hay problema en dormir aquí-me dijo.
-Se darán cuenta de que no estamos-le miré-así que arriba-le di un beso en la mejilla y nos empezamos a vestir, llegamos a la sala común sobre las once.
-Bueno... noches-me dijo Draco.
-Noches?-dije algo desubicada.
-Sí, porque bueno el polvo que acabamos de echar-me dio un pequeño beso y empezó a marcharse.
-Draco!-le llame y se giró- buenas noches- sonreí y me devolvió la sonrisa.
Me fui a cama con cara de boba, todo había sido mágico pero cierto pelirrojo no salió de mi cabeza ni un momento.

Date cuenta- Ron Weasley y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora