Date cuenta- Ron Weasley y tú

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Estábamos de nuevo en ese tren que tantas veces habíamos cogido de vuelta al castillo. Todos algo tocados y con los sentimientos a flor de piel. Desde el abrazo volví a intentar alejarme de Ron, parecía enfadado conmigo y tampoco le culpo. No le he explicado nada.
Llegamos al castillo y fuimos a la cena, Dumbledore nos deseó unas felices fiestas y la comida era muy navideña. Me senté con Theo y la verdad no se estaba tan mal con solo él en la mesa de las serpientes. Busqué a Draco con la mirada y no lo encontré.

Las clases empezaron de nuevo y Dumbledore no paraba de tener charlas secretas con Harry, nos contó que necesitaba...¿Un recuerdo? Del profesor de pociones. Estábamos en unos sofás del castillo, una zona común
-Y como lo vas a hacer?-le preguntó Hermione.
-Tengo que hacer que me lo entregue de alguna forma, si no será muy dif-una voz chillona interrumpió a Harry.
-Ronnie! No te he dado tu regalo de navidad-como si el resto no estuviésemos ahí, Lavender se sentó en las piernas de Ron y sacó una caja con dos pulseras. Claro esta, una para ella y otra para Ro-Ro. Mi cara debía de ser un arma asesina porque Hermione me dio un codazo.
-Me largo-cogí rápido mi bolsa y poco a poco dejé de escuchar la insoportable voz de Lavender Brown. Creía que ya estaba lejos pero algo me hizo parar
-____!-me giré para ver al pelirrojo dejar de andar rápido para llegar hasta mí.
-Mhm?-le pregunté intentando parecer indiferente
-Como que mhm? Qué te pasa conmigo?-iba a responderle, nada, que me va a pasar-y no me digas que nada-dijo negando. Me quedé muda, no sabia que decirle.
-Ron yo... es... es complicado no es nada de lo que preocuparse-dije intentando huir de esa conversación.
-No es justo, eso no es una respuesta. Me ignoras todo el tiempo y me haces caso cuando te da la gana? Crees que no me afecta eso?-parecía cada vez más enfadado.
-Tú no entiendes nada-escupi las palabras con más odio del que me hubiera gustado-No te das cuenta.
-Claro que no lo entiendo ____ que coño tengo que entender!? Todos me soltáis la misma mierda-se me estaba empezando a formar un nudo en la garganta.
-Que te quiero gilipollas-lo miré y un par de lagrimas se escaparon sin permiso-te quiero y no de una forma amistosa- Ron estaba callado, esperé a que hablase pero no lo hizo- ya...
Me fui aguantando todo lo que podía las lágrimas y salí de ahí. Me pasé el resto del día en el último piso, en la torre de astronomía, pensé que era un buen sitio para relajarme.
Bajé tarde, decidí no cenar ya que no tenía hambre y al pasar por el quinto piso una cabellera platinada familiar pareció meterse en la sala de los menesteres
-Qué tramas Malfoy-dije para mí misma.