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Los tres estaban listos para irse ya, habían vestido a Ron con una capa larga negra de cuero y una barba prominente. Hermione estaba transformada en Bellatrix y Harry iba como podía debajo de la capa invisible.
-Suerte-susurraba en el oído de Ron, me separé un poco- espero que cuando nos volvamos a ver no tengas esa barba- rió
-Descuida- me besó y me sonrió con la intención de que me quedara tranquila.
Se marcharon y me quedé con Dobby mirando hacia el sitio donde habían estado antes.
-Sabes como puedes agradecerme que te salvase Dobby?
-Cómo señorita?
-Entreteniéndome ahora que el resto se han ido.-Dobby se quedó pensando un buen rato y pareció que se le iluminó la bombilla.
Me enseñó bailes típicos de trolls y algún juego al que no conseguí pillarle el truco.
Los días en la casa de Bill y Fleur pasaban lentos y pesados, pero mi brazo, gracias a las pócimas y las cremas que preparaba Fleur estuvo prácticamente curado cuando llegó el momento de ir hacia Hogwarts.
Un patronus enérgico entró en la casa y vociferó "nos vemos en la madriguera, es hora de salir" todos los miembros de la orden se encontraban allí ya cuando nosotros llegamos, el día empezaba a oscurecer. Todo el mundo estaba nervioso y se notaba en el ambiente, casi no se oía una voz y las miradas estaban dispersas. Noté un brazo en mi hombro
-____, cómo estas, Bill nos contó sobre tu accidente- George y Fred se habían acercado a hablarme.
-Mucho mejor, además me he puesto una pomada adormecedora y no siento mucho la zona, tú oreja que tal va?
-Bueno no sé dónde quedó, estará tirada en algún campo pero mi agujerito va muy bien- giró su cara para enseñarme dónde en algún momento estuvo su oreja, puse una mueca que le hizo gracia.
-Ahora siempre hace eso, el otro día me desperté con ese agujero mirándome-dijo Fred mirando a George con repulsión.
Nuestra charla se vio apagada por el aviso de que era la hora. En mi cabeza solo estaba buscar a Ron, buscarlos a ellos, lo que no sabia es que pronto mis objetivos se verían apartados al encontrarme en un campo de batalla contra la gente a la que llamo familia.
Cuando visualicé Hogwarts las luces de los hechizos y el fuego ya lo cubrían todo. Llegamos al patio donde la profesora McGonagall nos esperaba.
-____ me parece que ya han preguntado por ti-me miró y asintió y eché a correr escaleras arriba buscando a mis amigos. Detrás de mí oía como los golems de piedra despertaban al sonido de la profesora y de Molly.
No sabía con exactitud donde estaban pero mis pies corrían solos, crucé una esquina y por unos milímetros no me choqué con una cabellera plateada. Los dos nos quedamos totalmente inmóviles, mirándonos.
-Suerte- le susurré ahogada de tanto correr.
-Suerte- me respondió con una voz rota.
Los dos seguimos nuestros respectivos caminos pero me frenó de nuevo su voz.
-____!-me giré, esperando a que dijera algo- si el gana... no te pasará nada, te lo prometo- le sonreí dejando escapar una lágrima. Apuré los pocos pasos que nos separaban y lo abracé.
-Gracias Draco- ahí si que nos despedimos, y me fui a seguir buscando lo que había ido a buscar.
No tardé mucho en encontrar a un grupo de tres adolescentes agitados pensando lo que hacer.
-Ron!!!-corrí hacia sus brazos y me separé rápido asegurándome de que ni el ni nadie estuviera herido.
Dejamos las cordialidades para mas tarde y ni yo les pregunté que tal ni ellos cómo estaba mi brazo. Asignamos que debía hacer cada uno y seguimos.
Ron y yo nos dirigíamos hacia la guarida del basilisco, era la única manera posible de destruir la corona en esos momentos. Corríamos intentando esquivar hechizos y a gente que no nos convenía encontrarnos, pero un cuerpo en el suelo hizo que yo me frenase en seco.
-____ qué haces no nos podemos parar, y menos aquí!- Ron me agarró fuerte del brazo pero me soltó al darse cuenta de lo que ocurría.
Mis rodillas se fueron al suelo y los sonidos de batalla se hicieron sordos mientras contemplaba el cuerpo de mi padre sin vida.
Un padre que murió sin acordarse de que tenía una hija que le quería. Que antes de dejar este mundo pensó en Theo y pensó en mamá pero no pensó en mí. La marca tenebrosa se veía en su antebrazo, le bajé la maga de la camisa tapándola, le di un beso en la frente y me levanté.
-Lo siento papá- susurré.
-Vámonos-le dije a Ron
-Estas bien?
-Ahora no hay tiempo para estar mal

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⏰ Última actualización: Apr 15 ⏰

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Date cuenta- Ron Weasley y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora