No Mercy - [Jenlisa] [HaruKyu]

Cap. 13: Cumpleaños

Y el que era el día más esperado por Junkyu, finalmente había llegado. Hoy era su cumpleaños.

Cuando despertó, vio su cuarto lleno de globos de muchos colores, con caras dibujadas y otros con mensajes, mayormente de Jennie, pero también los había de Jisoo, y otros cuantos más de sus amigos, en especial de Minjeong, quien encimaba sus dibujos y mensajes sobre los de sus otros amigos.

Frente a su cama habían un montón de regalos de sus dos madres, de los que destacaban los de Jennie, al llevar grandes moños de colores brillantes.

Y de repente la puerta se abrió, y una dulce melodía empezó. Sus madres cantaban para él "feliz cumpleaños", llevando consigo un pastel y un desayuno especial por lo importante que era ese día.

— Feliz cumpleaños, dulcesito. — dijo Jennie acercándose con su pastel en manos.

— Pide un deseo. — dijo Jisoo sentándose a su lado. Abrazándolo por los hombros, dio unas palmaditas en su espalda.

Junkyu juntó ambas manos, cerró los ojos y en su mente susurró su deseo.

"Deseo que hoy sea un día inolvidable."

Y sopló las velas.

Jisoo empezó a aplaudir sonando un espantasuegras y finalmente ambas lo abrazaron.

— Tenemos muchos regalos para ti. — dijo Jennie dejando el pastel sobre la mesita de noche. — Y cociné tu desayuno favorito.

— Los mejores regalos son los míos. — susurró Jisoo, señalando los del lado derecho, que eran los de ella.

Junkyu sonrió para ambas, y después se bajó corriendo para abrir sus regalos.

.

— ¿Recuerdas lo que tienes que hacer?

Haruto bajó sus palillos y asintió mientras pasaba su bocado.

— Déjalo todo en mis manos. — respondió sin preocupación alguna. — Tengo todo bajo control y a él lo tengo como quiero.

— Eres mi gran orgullo. — dijo Lisa con una gran sonrisa. — Eres el mejor hijo que pude haber pedido.

— No voy a dejar que esa mujer siga viviendo en la gloria después de todo lo que te hizo, y mucho menos su hijo, que es exactamente el mismo chiste que ella.

Lisa sonreía con orgullo mientras lo miraba atentamente. Cada día que pasaba estaba más cerca de cumplir su venganza.

Pero había algo dentro de ella que tampoco la tenía tranquila. Si estaba cada vez más cerca de lograr su venganza, ¿por qué se sentía tan mal? ¿Por qué sentía tanta culpa? ¿Por qué no estaba disfrutando este momento como en algún momento creyó que lo haría?

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— Feliz cumpleaños, Junkyu.

— ¡Junkyu! ¡Feliz cumpleaños!

— ¡Feliz cumpleaños!

Cuando llegó a su cafetería, una pancarta en el lugar u muchos arreglos de celebración adornaban el lugar. Los clientes le daban buenos deseos y sus amigos lo esperaban en la barra con un pastel echo por ellos mismos.

— ¡Feliz cumpleaños! — gritaron los cuatro.

Y Junkyu apagó las velas después de pedir un deseo, el mismo que había pedido junto a sus madres.