No Mercy - [Jenlisa] [HaruKyu]

cap. 27: un primer regalo

— ¡Porque yo también me estoy enamorando de Junkyu!

Lisa le tiró una bofetada en respuesta.

— ¡¿Qué estás diciendo, inútil?! ¡¿Cómo puedes traicionarme de esta manera?!

— ¡Me gusta, Junkyu! — respondió en un grito. — Todo este tiempo que me hiciste estar con él me enamoró. Perdón, pero no pude evitarlo. Junkyu me enamoró y no sé cómo lo hizo...

— ¡Esto es lo que me faltaba! Además de un inútil eres un incompetente, ¡eres un...!

Pero algo hizo 'click' en su cabeza en ese momento.

Ya no tendría que forzarlo a pasar más tiempo con Junkyu. Todo sería más fácil si estuviera más cerca de Jennie.

— ¿Mamá? — llamó Haruto al verla tan perdida en sus pensamientos.

— ¿Sabes qué? No puedo interferir en eso. — dijo un poco más relajada. — Qué maravilla que hayas encontrado algo bueno en ese chico.

— ¿De verdad?

— No puedo meterme en tus sentimientos. — respondió mientras pasaba a tomar asiento en el sofá. — Tienes razón, Junkyu no tiene la culpa. Lo siento mucho, pero entiéndeme, es difícil para mí saber que mi hijo está enamorado del hijo de una mujer como esa.

— Lo entiendo. — dijo desviando la mirada.

— Pero Junkyu no es su mamá.

— No, no lo es. Y de verdad que no es como ella, mamá, te lo aseguro. — dijo Haruto. — Escucha, yo voy a seguir usando a Junkyu para llegar a Jennie y te juro que haré lo que sea, pero quiero estar con Junkyu esta vez.

Pero si era una idea perfecta. Haruto estaría incluso más cerca de Jennie, y cuando llegara el momento... ¿cómo sería que Jennie perdiera a su hijo ante sus propios ojos?

— Bien, el plan cambia, entonces. — respondió Lisa.

Haruto sonrió en acuerdo a lo dicho.

Por alguna razón, se sentía mejor así, pero también tenía un extraño presentimiento.

.

A la mañana siguiente, Junkyu seguía en el hospital y posiblemente estaría ahí por un par de días más. Jisoo había pasado la noche con él y Jennie había ido a darse una ducha al amanecer, además de un par de asuntos a los que tenía que acudir. Jeongwoo también se había ido al anochecer, pero muy temprano por la mañana había regresado con un pequeño regalo para Junkyu.

— No tenías que hacerlo, Jeongwoo. — llamó Jisoo mientras veía a Junkyu abrirlo tan emocionado. — Te lo agradezco mucho.

— No es algo muy bueno, realmente. Sólo es un detalle. — respondió el otro.

Junkyu finalmente sacó de aquella caja un osito de tela echo a mano, con ojos de botón e incluso su ropita estaba costurada a mano.

— Woo, me gusta mucho. — llamó Junkyu abrazando su regalo. — Muchas gracias, lo llevaré conmigo a todas partes.

— Me alegra que te haya gustado. — dijo el otro. — Sólo quería que...

En ese momento, la puerta se abrió, interrumpiendo su hablar.

— ¿Cómo está mi terroncito de azúcar? — llamó Jennie entrando a la habitación con un montón de bolsas de regalo.