No Mercy - [Jenlisa] [HaruKyu]

cap. 26: el plan cambia

— Deberías descansar. — dijo Jennie a su esposa. — No pegaste el ojo en toda la noche y ya casi oscurece otra vez.

— Junkyu aún no despierta. — respondió desviando la mirada. — El doctor dijo que despertaría por la mañana y ya es de noche.

— Sabes que la medicación también le da sueño, y volvieron a medicarlo cuando lo desentubaron. — Jennie la abrazó mientras se sentaba a su lado. — Déjalo descansar. Yo también quiero que despierte lo más pronto posible, pero también quiero que esté bien.

Jisoo se recostó sobre el hombro ajeno mientras sostenía la mano de su hijo.

— ¿Te acuerdas de la primera vez que se enfermó? — preguntó Jennie formando una sonrisa en sus labios. — Estabas desesperada después de escuchar un estornudo...

— Y ni siquiera estaba enfermo, sólo le dio alergia el suéter que llevaba. — respondió Jisoo soltando una risa. — O cuando lo lleve a mi oficina y empezó a dibujar en las paredes mientras yo daba una junta.

— Cuando yo lo llevé se metió a la toma lleno de chocolate y manchó mi vestido. Fue la primera vez que salió en una revista conmigo. — dijo viendo la foto desde su teléfono, ya que la tenía de fondo de pantalla.

Ambas rieron a la par recordando aquellos momentos. Siempre les hacían bien en momentos tan difíciles.

— ¿Mamá?

Y ambas voltearon al escucharlo.

— Mamá..

— ¡Junkyu! — gritaron al mismo tiempo.

— Mi niño... no sabes cuanto me alegra que estés bien... — dijo Jisoo dejando un beso en su mejilla mientras peinaba su cabellera.

— ¿Dónde estoy? — preguntó mirando a su alrededor. — ¿Estamos en el hospital?

— Bebé, ¿no te acuerdas? Tuviste un ataque en el baile. — dijo Jennie.

— ¿Baile? ¿De qué están hablando?

Junkyu parecía realmente confundido acerca de la situación. Pero además de eso, estaba asustado, y eso no le hacía bien a la ya agraviada dilatación de su corazón.

— Voy por el doctor. — dijo Jennie para sin pensarlo más, salir corriendo.

.

— Cariño...

Haruto se mantuvo en su posición, recostado sobre su cama sin querer hacer nada. Estaba así desde que regresaron del baile.

— Haruto, ¿estás bien? — preguntó Rosé nuevamente mientras entraba a la habitación. — ¿pasó algo?

— No me pasa nada. — respondió limpiando sus lágrimas con su sudadera.

Rosé se sentó a la orilla de la cama y sobó una de sus piernas.

— Cariño, puedes confiar en mí para lo que sea. Si algo pasó con Junkyu...

— ¡Yo no le hice nada! — gritó levantándose de golpe. — ¡No es mi culpa, yo no le hice nada!

Rosé se levantó también al momento en que su hijo lo hizo.

— Haruto...

El japonés le dio la espalda intentando tranquilizarse.

— Haruto, ¿qué pasó? — Rosé tomó su mano y sobó su brazo intentando calmarlo y brindarle confianza. — Puedes decírmelo. Si no quieres que se lo diga a nadie, no lo haré, ni siquiera a Lisa.