Cap. 19: Difícil de manejar

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— ¡Hola, buenos días!

Y un Junkyu de sonrisa encantadora entraba a su negocio, tomado de la mano de su novio, quien cargaba sus cosas.

Algunos de los que desayunaban ahí lo saludaron también, otros sólo sonreían, pero todos inmediatamente se contagiaban de su alegría y esa sonrisa tan tierna.

— Junkyu, ¿cómo estás? — saludó Jihoon. — ¿Qué tal, Haruto? Buen día.

— Hola. — saludó sin decir mucho.

— Jihoonnie. Hoy me voy temprano. — dijo empezando a dar brincos mientras señalaba al japonés. — ¡Mis mamás quieren conocer a Haruto!

— ¿De verdad? Vaya, eso es un gran paso. — comentó Mashiho. — Muchas felicidades a ambos. Son una linda pareja.

— Gracias, Shiho.

Junkyu recibió un beso en la mejilla por parte de su novio, quien después lo abrazó y dejó que recostara su cabeza sobre su pecho.

Jeongwoo los miraba desde la última mesa.

Si no supiera que Haruto estaba siendo tremendo cabrón con él, tal vez estaría feliz por Junkyu. Cada que los veía juntos, le dolía tanto no ser él quien estuviera a su lado... no ser él a quien Junkyu quisiera.

Haruto volteó con una sonrisa llena de malicia hacia el moreno, mientras señalaba a Junkyu con la mirada y la manera en que ambos estaban.

Jeongwoo hizo su comida a un lado y dejó el dinero por su desayuno. Tomó sus cosas y se fue, intentando pasar el mal trago que Haruto le había echo pasar.

Junkyu volteó al notar que su novio volteaba a otro lado, pero en ese momento sólo vio la puerta de su negocio cerrarse.

— No es nada que valga la pena. — dijo el japonés. — Yo soy lo único que necesitas.

Junkyu asintió, dejando otro beso en los labios de su novio.

.

Haruto abrió la puerta de su carro y dejó que Junkyu saliera mientras tomaba su mano.

— Déjame llevar tus cosas. — dijo el japonés apresurandose a tomar su mochila.

Junkyu bajó, aceptando que llevara sus cosas.

— Amarás a mis mamás, te lo aseguro. —dijo, caminando de la mano de su novio hasta su casa.

La casa de Junkyu era grande, bastante realmente. Un jardín amplio con zonas muy marcadas por donde podían pasar por pequeños campos de flores y una fuente en medio de todo.

Junkyu era una minita de oro que iba a provechar.

Puso la mirada en alto y siguió caminando hasta llegar a la puerta.

Junkyu abrió, siendo recibido por Jennie.

Finalmente tenía el placer de conocerla. Junkyu y ella tenían mucho parecido, el mismo par de fichitas hipócritas.

— Mamá Jennie. Él es Haruto. — habló.

Haruto estrechó su mano con la mayor, quien dio su mejor sonrisa para él.

— Mucho gusto, Haruto. Es un gran placer conocerte.

— Digo lo mismo, Señora Kim.

No Mercy - [Jenlisa] [HaruKyu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora