No Mercy - [Jenlisa] [HaruKyu]

cap. 47: nuestro hijo (1/2): la verdad

— Pero, Junkyu, créeme cuando te digo que nada de lo que sientes es ni la mitad de lo que yo sentí... porque esta historia aún no termina.

Junkyu alzó la mirada a Lisa.

— ¿Qué?

Jennie tragó duro al escucharla.

— Lisa... por favor, te lo suplico, no se lo digas...

La tailandesa tomó un cuchillo de la mesa donde se encontraba una botella de vino vacía. Se acercó a Junkyu y lo deslizó con suavidad por su mejilla.

— ¡Lisa! — gritó asustada y desesperada.

— Mamá... — llamó Junkyu con miedo, cerrando los ojos y evitando el contacto con la otra.

— ¡Déjalo! ¡Suelta a mi hijo! — gritó, moviéndose sobre su propia silla para poder soltarse, pero era inútil.

— ¿Quieres que lo suelte? — preguntó con falsa compasión. — ¡¿De verdad quieres que lo haga?!

— ¡Si! ¡Suéltalo! — gritó. — ¡Te lo suplico, Lisa! ¡Haré todo lo que tú me pidas! ¡Haz conmigo lo que quieras, pero deja a mi hijo en paz!

— Entonces díselo tú...

Jennie se quedó en silencio.

No podía hacer eso.

— Bien...

Lisa se levantó y fue detrás de donde Junkyu estaba sentado. Lo tomó del cuello y acercó su cuchillo a este.

— ¡Díselo!

— ¡No puedo!

Con rabia, Lisa hizo una pequeña cortada en su cuello.

— ¡Maldita loca, Suéltalo! ¡Te voy a matar como maté a tu madre!

Lisa tapó la cortada de Junkyu inmediatamente con un pañuelo.

— No...

Junkyu la miró aterrado al escuchar aquello.

— Junkyu... no es lo que piensas... mi amor, bebé...

— ¿Lo ves, Junkyu? — susurró Lisa. — Yo no soy la mala de esta historia...

— ¡Cállate, maldita perra! ¡Eres una desgraciada! — gritó Jennie moviéndose de un lado a otro para safarse.

Lisa fue hacia ella y le metió una cachetada, para después tomar su rostro y hacerla ver a su propio hijo.

— ¡¿Qué se siente saber que tu mamá es una asesina, Junkyu?!

Junkyu negó, intentando ignorarla mientras sentía un fuerte dolor en su pecho.

— ¡Cállate, perra! ¡Junkyu, no la escuches!

— ¡Pero no sólo eso, Junkyu! — gritó sacando su arma de su bolsillo trasero. — ¡Díselo ahora o las dos veremos como le vuelo la cabeza a tu hijo de un tiro!

— ¡Te voy a matar! ¡Te voy a matar, maldita loca!

— ¡Y yo voy a matar a tu hijo si no se lo dices ahora!

Lisa cargó su arma, y cuando estuvo a punto de disparar, escuchó la puerta abrirse.

Se incorporó y guardó su arma.

— Maldita sea...

Se aseguró de que las cadenas de Jennie estuvieran bien sujetas y después fue a ver, llevando sus armas consigo.

Jennie la vio irse, siguiéndola con la mirada hasta que la perdió de vista al verla ingresar al pasillo, posteriormente escuchando la puerta del lugar donde estaban.