No Mercy - [Jenlisa] [HaruKyu]

cap. 34: gatito perdido

— Disculpe, ¿vio a este gatito? Se llama Rubí.

Después de algunos días, los amigos de Junkyu lo ayudaban a buscar a su gatito, repartiendo volantes por todas partes, incluso en el instituto y en su cafetería. Haruto también ayudaba, acompañando a su novio a buscarlo a pie, acompañados de Jihoon y Minjeong.

Aquella tarde, Yoshinori y Mashiho también los acompañaban.

— Lo vamos a encontrar Junkyu, te lo juro. — dijo Jihoon sobando sus brazos.

— Debe estar muy asustado y sólito... — sollozó Junkyu recostando su cabeza sobre el pecho de su novio. — Jihoon, ni siquiera termino su desayuno ese día, estaba todo tirado y nana lo estaba limpiando cuando llegamos.

— Junkyu, te vas a poner mal si sigues así y no podremos seguir buscándolo. — dijo Yoshinori acercándose a él. — Necesitamos que te tranquilices.

Haruto lo llevó a tomar asiento sobre una banca, mientras sacaba sus medicamentos para que los tomara.

— Esto está raro... — susurró Minjeong deteniendo el andar de Mashiho. Este volteó. Ambos quedándose atrás mientras que los demás avanzaron. — Junkyu dijo que Rubí no terminó de comer y que todo estaba tirado... ¿y si Rubí no se escapó? ¿Y si alguien lo sacó?

— ¿Pero quién podría hacer algo así? — preguntó ante su sospecha. — Ese día sólo estaban Jennie y las empleadas del hogar.

— Hablemos de esto con Jisoo cuando la veamos. Si le decimos a Junkyu podría ponerse peor.

El otro asintió estando de acuerdo con lo dicho.

— ¡Junkyu!

Todos, incluyendo al mencionado, voltearon al escuchar la voz.

Era Jeongwoo, quiennllegaba corriendo junto a Junghwan.

Junkyu se levantó, corriendo a encontrarlo en un abrazo.

— Woo... estás aquí... — susurró aferrándose a él.

— Aquí estoy, Junkyu. Siempre voy a estar aquí.

Volver a tenerlo entre sus brazos era tan reconfortante. Su aroma, su calor... simplemente "él".

Haruto desvió la mirada al verlos de aquella manera.

— Perdóname por perder a Rubí... — dijo empezando a llorar. — No lo cuide bien y ahora se perdió...

— No, Junkyu, no es tu culpa. — respondió apartándose de su lado para poder verlo. — Nada de esto es tu culpa, ¿bien? Rubí se pudo salir en cualquier momento, pasa todo el tiempo con las mascotas.

Jeongwoo caminó a su lado para que regresará a tomar asiento sobre la misma banca.

— Pero Rubí era un bebé... ¿y si algo le pasó?

— Te juro que no es así. Rubí va a volver contigo, te lo prometo.

— Pero, pero...

Jeongwoo se arrodilló ante él y tomó sus manos.

— Junkyu, yo te juro que te voy a regresar a Rubí. Lo voy a buscar hasta encontrarlo, y te juro que va a volver contigo, ¿me escuchaste? Te voy a traer a Rubí de nuevo.

Junkyu lo volvió a abrazar, y Jeongwoo hizo lo mismo, acariciando su cabellera y sobando su espalda.

La manera en la que Jeongwoo lo miraba era tan única, tan especial, como si Junkyu fuera lo más bonito que sus ojos pudieran ver.

Pero no era sólo eso.

Era que Junkyu parecía verlo de la misma manera también.

Haruto veía en los ojitos de Junkyu un brillo especial al ver a Jeongwoo, que jamás había notado cuando lo miraba a él.