No Mercy - [Jenlisa] [HaruKyu]

cap. 33: mentiras y rumores a voces

- Lamento mucho no haber llegado a tiempo. - dijo Lisa a su hijo y esposa. - Mi día se complicó demasiado. Tal vez puedas volver a invitarlos.

- ¡No! - respondió Rosé casi en un grito. - Quiero decir... - aclaró su garganta sintiéndose avergonzada. Había reaccionado por mero instinto. - no creo que pueda ser pronto... Ambas dijeron que tenían mucho trabajo últimamente y no creo que pueda ser posible una pronta reunión.

- Es una lástima. Haruto, por favor, invitalas pronto.

- Pero no las apresures. - insistió Rosé. - Podrían... molestarse...

Haruto y Lisa se miraron entre ellos, cómplices de que su plan había salido a la perfección.

Era sencillo, Rosé conocía a Jennie, y sabía lo que su recuerdo causaba en Lisa. Rosé no permitiría que supiera de ella, Haruto simplemente debía no interferir en ello, todo se daría por su cuenta.

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- Junkyu, ¿ya terminaste? Tenemos que irnos. - habló Jisoo mientras se aseguraba de llevar todas sus cosas.

Junkyu le estaba dando el desayuno a Rubí, un poco de leche tibia para el clima frío que hacía. También dejó un poco de alimento que había recomendado la veterinaria y había acomodado su camita para que pudiera acostarse después.

- Pórtate bien, Rubí. Regresaré por la tarde y jugaremos en el jardín, ¿está bien?

Junkyu dejó un beso en la cabeza de Rubí y se fue corriendo detrás de su madre.

Usualmente siempre salían con tiempo de casa, pero aquel día se les había hecho un poco tarde.

Jennie se despidió de ambos en la puerta, dándole a Junkyu su desayuno para que pudiera comerlo en la Universidad.

- Ten un buen día, pastelito. - dijo Junkyu dejando un beso en la mejilla de su hijo. - Te quiero.

- También te quiero, Mamá Jennie.

- Hasta luego, querida. - habló Jisoo dejando un beso en su mejilla antes de entrar a su auto.

- ¿Vienes a comer? Por favor, di que si... - insistió la otra.

- No lo creo. Tengo que verme hoy con un cliente, pero podré mañana.

Ambas se dieron un beso rápido y Jisoo subió al auto finalmente.

- Jennie... - llamó Jisoo antes de que se fuera. La otra volteó. - Te amo...

- Yo también te amo, lo sabes. - respondió la otra, para finalmente hacerse a un lado y dejar que el carro saliera.

Jisoo regresó su mirada al volante.

Jamás había notado los secos que eran los "Te amo" de Jennie, a comparación de los que decía para Junkyu o alguien más.

Jisoo salió finalmente, ambos despidiéndose de Jennie, quien se quedó ahí hasta verlos salir de la cochera.

Aquella mañana Jennie no iría a trabajar, por lo que aún usaba la pijama y unas cómodas pantuflas nuevas que recién había modelado.

Regresó a la casa, ordenando a sus asistentes encargadas de la cocina que su desayuno fuera llevado a su habitación.

- ¿Quiere algo en especial, Señora Kim? - preguntó una de ellas.