Dibujos y Eternidad

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- ¡choujou-giga!, ¡choujou-giga!, ¡choujou-giga!, ¡choujou-giga! - ¡CHOUJOU-GIGA!, chou, choujou, choujou, jou, ¡jou...giga!!!!! Haaaa diablos ¿por qué diablos no funciona?

Inojin golpeaba con su puño el pergamino manchado de negro de tantos colores que se arremolinaron en el centro, elevó su vista y vio cómo las manchas de tinta se abrían por más de ocho metros, se levantó, se recostó en la pared puso su cabeza entre sus piernas y aún le retumbaba aquellas palabras "si sigues así no podrás usar nunca más el choujou-giga" inojin golpeó la pared, se levantó y miró a Chouchou que lo estaba viendo hace ya un rato.

-esto es raro en ti, no te frustras fácil, mantienes mucho tu orgullo.

-no para nada, no das una gordita- Entonces inojin se levantó puso sus manos detrás de su cabeza y dijo sin voltear la a verla.

-no necesito el choujou-giga, están las técnicas de mamá- Entonces se retiró del campo de entranamiento, mientras Chouchou sin que le importase demasiado decía en alto para que le escuchase

-al menos soy una gordita que sabe usar sus técnicas.

La tarde ya dejaba ver una naranja konoha y el frío iba subiendo cuando Inojin paró en un puente se acercó a la barandilla "no, no es que fuesen impresiones, no, si no, podría utilizarlo con los pergaminos, no, no importa estoy cansado de eso" camino hasta su casa entro a su cuarto y vio el cuadro que había pintado porque no ganó él, su padre se había enojado pero era cierto la hermana de Boruto había ganado por ser hija del Hokage y el solo quería presumir, esa frase volvió a retumbar "piensa la diferencia entre Himawari y tu" la diferencia era obvia, que el sabia pintar y ella no.

Al siguiente día Inojin se preparó para ir a la academia el día transcurrió normal, las peleas entre Boruto y Sarada, el molestando un poco a Shikadai y Chouchou, pero tuvo que llegar a casa miró esos pinceles, las témperas, acuarelas, acrílicos y óleos, miro los bocetos en carbón y como sus tan manchadas paletas que estaban en una esquina tanto tiempo que pintó, pero solo era por la técnica en realidad ¿verdad? Se acostó en la cama, miro el techo, lo vio mucho, se levantó tomo un par de cajas del cobertizo y empezó a colocar todas sus cosas ahí, no ocuparía jamás ni una sola gota de pintura en su vida no lo necesitaba el ino-shika-cho original no necesitaba del choujou-giga así que él tampoco lo necesitaba, empacó todo y al siguiente día lo votaría y así la noche pasó en un parpadeó, Inojin se levantó ayudo a su madre a abrir la tienda se alistó ya que era un día libre así que tomó las cajas para botarlas, mientras Sai e Ino miraban de lejos la escena.

-cariño, no deberías de decirle ya antes de que pierda el interés.

-no tiene sentido si no lo descubre por sí mismo.

-me preocupo por él, es demasiado orgulloso para querer aceptar que se está equivocado en algo- Sai guardo silencio unoa segundos, pero dijo con una sonrisa.

-no te preocupes es nuestro hijo después de todo-Entonces sai le depositó un beso en la mejia de ella que hizo que se encendiese en colores y dijo.

- ¡¿eso a que vino?!- El solo sonrió, mientras por la puerta de la tienda se escuchaba el sonar de la campana, Ino fue a recibir al cliente y con mucha alegría dijo.

-ha Hinata que bien que viniste ¿que tal como has estado?

-bastante bien ¿y tu Ino-san?

-Un poco preocupada poor Inojin, ya que creo que esta un poco en la época de rebeldía, pero debería de estar bien- Entonces himawari se abrió paso viendo las flores como la primera vez que la vio con inocencia y admiración, los niños guardan el secreto de hacer de lo cotidiano una continua maravilla y Himawari era la mejor disfrutando del vuelo de una mariposa o el sonar de las chicharras.

Borusara: Amar a pesar del dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora