Heraldo del antiguo clan

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"El individuo, el sujeto que conoce, posee la palabra que da la clave al enigma, y esta palabra es: Voluntad"; la frase de Schopenhauer define perfectamente los siguientes días de Boruto, encerrado en su cuarto, con libros abiertos y cerrados tirados en el piso, con las ventanas cerradas con doble cortina, comiendo en breves raciones y respondiendo en monosílabos entre si y no; se aislo todo lo que pudo, pero aún en el rincon de su casa, cuando se amasaba el sueño cerca de él, lo arrinconaba contra la pared la luz de una cámara queriendo tomarle una foto, la radio, la televisión, los grupos en internet, había un nombre que se repetía como mantra, "Boruto", los titulares no tenían filtro, "la decepción del mundo ninja", "una vergüenza para el héroe de la cuarta guerra", "El hijo del Hokague se burlo de Konoha". Los periodistas acechaban su casa como los buitres al cadáver de un animal, era agobiante, Hinata y Himawari quisieron hablar con el, pero había una atmosfera, una tensión entre ellos, como si un valor humano de hubiese caído, mientras que Naruto no volvió a ver a Boruto después de lo que le dijo en la arena, no había hablado con nignuno de los chicos de la academia y menos con...Sarada después de la abofetada, había una molestia especial al pensar en su nombre, como si la culpa se hiciese presente como malestar en todo su cuerpo, solo quería estar dormido, sin pensar, solo evitar tener voluntad, aún sentía de vez en cuando la pulsión del golpe de Sarada, al igual que en los silencios de la noche le venían las palabras de Sarada, es tan difícil construir relaciones con el resto del mundo y es tan fácil deshacerlas, solo necesitó un gesto y unas cuantas palabras, para que el mundo lo tachase de basura y sus amigos lo odiasen, se volvió a cubrir con las sabanas y volvió a ver al techo, empezó a creer que ese techo era horrible, que cada vez que se fijaba que existía, era porque algo malo estaba pasando, ¿Se arrepentía de lo que había hecho?, No, para el era necesario, inevitable, una manera de confrontar a su padre, pero las consecuencias se sentían atroces, pasarían ya dos semanas desde el incidente, pero la soledad y el asilamiento le hicieron sentirlo que fueron semanas como perro, se dio una vuelta por el cuarto y volvió a acostarse, esperando esta noche si poder dormir.

Sarada se despertó lentamente, se tomo unos segundos en asimilar el dolor de cabeza, pareciera que las horas de lectura de la noche anterior le hizo amanecer con una migraña terrible, estiro su mano hasta los lentes que estaban en su mesa de noche, se levantó y entró directamente al baño a tomarse una ducha, no miro el reloj, pero calculó que serían las seis de la mañana, al final parecían que las horas de sueño que le hiciesen falta no modificaban su hora de despertarse, pasó en la ducha unos treinta minutos, se alistó rápidamente y salio al comedor, esuchó a lo lejos el reverberar del aceite y por el olor supó que era cebollas, se acercó y ahí estaba su madre con un delanta y un pañuelo en su cabeza, ella negó un poco con la cabeza y dijo sentansose en el desayunador.

-Mamá ya te dije que estoy bien, no es necesario que llegues tarde al trabajo- Sakura con una mano en la cintura y con la otra apuntándole con el cucharon aceitoso dijo.

-No digas tonterías, ¿crees que no mire el reflejo de la lámpara anoche? Estas ansiosa, sé que no quieres hablar de ello, pero perder la final del torneo y la la desción de Boruto te afecto mucho, esta bien, yo pase años por algo medianmente similar cuando era joven- Sarada desviaba la mirada y mientras le daba un pequeo mordisco a una de las galletas de avena dijo.

-No le des tanta importancia a un tonto, no me afecta en nada, solo me molesta queno tuve la oportunidad de convertirme en chunin- Sakura entendió que no debía seguir hablando de ello, era igual de terca que su padre sobre los sentimientos, siguió cocinando, le servió a Sarada y se preparó para irse al hospital, cuando Sarada ya había terminado todo del plato le dijo.

-Anoche llamo Shikamaru, cito al equipo siete...tienen una reunión- Sarada respondió con un simpe "ok gracias" y prosiguió a lavar el plato, Sakura se acercó a la puerta y pensó que era tan complicada la situación ahora, suspiro y se fue al hospital.

Borusara: Amar a pesar del dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora