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A la mañana siguiente, Jisung se despertó con dolor de cabeza y la sensación de haber rozado el desastre. «Joder, has estado a punto de caer otra vez. ¿Qué mierda te pasa? - Se sentó en la cama y dejó balancear las piernas - ¿A quién pretendes engañar? Llevas un año sin acostarte con nadie y se te aparece un tipo que está para comérselo... ¿cómo no ibas a suplicarle algo de sexo? - Recordó la escena y una mueca de disgusto le arrugó la cara. Se levantó y fue hacia el baño - Hoy tengo un montón de cosas que hacer», se dijo. Sacó una caja de aspirinas del armario y se tragó dos sin agua ni nada.

Mientras se duchaba, pensaba en Selena. «Tengo que llamarla y asegurarme de que está bien. Espero que quiera hablar conmigo.»

Tras vestirse y desayunar un tazón de yogur con moras, se metió de cabeza en la actividad diaria. Vivir en la cuarta planta del edificio Heat, sólo dos pisos por encima de la oficina, facilitaba enormemente el desplazamiento al trabajo.

Las reuniones del jueves no aliviaron nada su dolor de cabeza. El equipo de diseño se peleaba con el de redacción, nadie parecía estar de buen humor. Por eso la llegada de Im Nayeon, con aquella sonrisa enorme que no le cabía en la cara, fue lo mejor de la mañana. Nayeon era una mujer joven, delgada, castaña y con el cabello hermoso, gafas enormes y un sentido del humor muy picante. Entró en la sala de reuniones y dejó media docena de juguetitos sobre la mesa de caoba, frente a Jisung.

-¿Qué es esto? - preguntó él.

- Son algunos de los juguetes sexuales que voy a incluir en el próximo reportaje - en la enorme sonrisa de Nayeon relucían sus dientes, estos similares a los de un conejo.

Jisung cogió dos de los juguetes eróticos.

- Vale, sé que esto son pinzas para los pezones - dijo sujetando dos pequeñas pinzas con forma de cocodrilo unidas por una cadena de plata - pero ¿qué diablos es esto? - y levantó un juguete de silicona de color anaranjado - ¡Parece un anillo de esos que cambian de color según el estado de ánimo, pero gigante!

Nayeon se reía.

- Es un anillo extensible para el pene con vibrador incorporado. Se coloca el anillo en el pene y la parte estriada de arriba se frota contra el clítoris o en otros casos la prostata.

- ¡Madre mía! - Jisung sacudió la cabeza y volvió a dejar los dos juguetes sobre la mesa - Creo que ya sé que es esto otro - dijo cogiendo un tubo de silicona con bolitas por dentro y por fuera. Nayeon asintió con la cabeza.

-Sí, es una funda para el pene. Es útil para las chicas que tienen parejas que se quedan... - hizo un gesto separando dos centímetros el dedo índice y el pulgar - «cortas. A veces también las llaman extensores», pero éstas vienen con vibrador incluido, así la chica siempre puede decir que la usa por el efecto de la vibración y no porque su pareja no da la talla...

Tanto hablar de sexo hizo que Jisung volviera a pensar en Minho. Dejó la funda para el pene sobre la mesa y volvió a concentrarse en el trabajo.

- Jae me ha comentado que tu idea es plantear el reportaje como una clase de colegio, donde cada uno trae un juguete de casa y explica por qué lo ha traído.

- Exacto - asintió de nuevo Nayeon - Tu fotógrafo y yo estuvimos dándole vueltas a cuál sería la mejor manera de mostrar los juguetes. Se nos ha ocurrido que fotografie mis manos sujetando los juguetes sobre un fondo negro. De esta manera los lectores se harán una idea del tamaño real y al mismo tiempo, podrán verlos con todo detalle.

- Genial. Avísame si necesitas ayuda.

Jisung comió delante del ordenador mientras revisaba su correo y devolvía algunas llamadas. Telefoneó a Selena hacia las dos, le dejó un mensaje dándole su número de móvil. Llevaba el mundo editorial en los genes, no sólo eso: había crecido a la par que el imperio mediático que había levantado su padre, el Han Media Group. Como hijo único del famoso Han Song Kang, todo el mundo, incluido el propio Song Kang, daba por hecho que, un día, «el niño» asumiría la dirección del grupo empresarial, pero una trifulca entre padre e hijo le llevó a embarcarse por su cuenta y riesgo en la aventura de Heat.

Bad Boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora