Bad Boy

27

A las seis de la tarde, Minho entraba en la recepción del edificio Heat. Felix, el vigilante que ya conocía, era uno de los dos hombres que estaban de servicio, y la cara que puso al verlo disparó las alarmas en la cabeza del policía.

- ¿Qué pasa? - preguntó con inquietud.

- ¿Ha hablado con el joven Han esta tarde? - Felix respondió con otra pregunta. A Minho se le encogió el estómago; en la boca, sabor a bilis.

- No. Le llamé al móvil hacia las cuatro, pero no me contestó. ¿Dónde está?

- No lo sabemos. Se marchó a las dos cuarenta y cinco porque tenía una cita, y ya no hemos vuelto a saber nada de él.

«¡Dios mío! ¡Por eso Jackson me ha enviado fuera! ¡Planeaba secuestrar a Jisung!»

- ¿Dónde tenía la cita?

- Tampoco lo sabemos. Anotó algo en el bloc que tiene junto al teléfono - dijo Felix mostrando un pedazo de papel - Dice: «Selena KSP, a las tres en punto.»

- ¿Qué... qué significa KSP? – el miedo apenas le permitía hablar.

- Ni idea. - Felix salió de detrás del mostrador - Si no fuera porque tenía una reunión con Im Nayeon y Hwang Hyunjin a las cuatro y media para hablar del próximo número, nadie se habría dado cuenta de que el joven ha desaparecido. Cuando han dado las cinco y él no había regresado, hemos empezado a preocuparnos. – Hizo una pausa y entornó los ojos – ¿Qué sabe usted de esto?

- Sé que corre peligro. ¿Se ha llevado el coche?

- Sí.

-¿Tiene alguna secretaria que pueda saber qué significa KSP?

- Ya hemos llamado a Jae. Él tampoco tiene ni idea. - Felix le sujetó por el brazo ¿Debemos llamar a la policía?

-Yo soy, policía - gruñó Minho - ¡Piense, Felix! ¿Dónde citaría Jisung a una informadora? ¡Debe de tener sus restaurantes favoritos, sus cafés...!

Los ojos del vigilante reflejaban terror. «Le estás asustando, Lee. Esto no funciona.» Minho alcanzó el pedazo de papel.

- Les apunto mi número de móvil - dijo garabateándolo en el papel - Si tienen alguna novedad, llámenme.

Dio media vuelta y salió del edificio. Fuera, en la acera, se puso las manos sobre las rodillas e inclinó el cuerpo hacia adelante para respirar profundamente. «El pánico no me va a ayudar», se dijo. Se sacó el móvil del bolsillo y marcó el número de Christopher. Mientras le explicaba lo que había ocurrido, siguió caminando, montó en el coche, arrancó y se dirigió al Club 69. Conducía y discutía con Chis a la vez. Este quería que Minho llamase a Seo y se fuera directo a la comisaría, pero él quería ir al club a buscar a Jisung.

- Si entras en ese club, eres hombre muerto. Así no vas a ayudar a Jisung. Espera a que tengamos un plan- insistía Chris.

-¿Y si lo mata mientras nosotros pensamos un plan? - Sólo con mencionar esa posibilidad se le encogía todo. «Si algo le ocurre a Jisung, no sé de lo que soy capaz», se dijo.

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Jisung recuperó la conciencia de forma gradual. Lo despertó un terrible dolor de cabeza. Estaba muy incómodo. Intentó estirar las piernas, pero algo se lo impedía. Abrió los ojos y vio vigas de metal y un techo altísimo de color blanco. ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? Volvió la cabeza y se encontró con dos chicas que le observaban. Debían de tener unos veinte años y estaban sentadas tras una mesa cutre, a un par de metros de él. Volvió a cerrar los ojos. Esto no tiene ningún sentido. ¡Piensa, Jisung! ¿Qué recuerdas? Y recordó haberse despertado en la cama de Minho, recordó que él lo había llevado al edificio Heat, que había estado organizando reuniones y... «¡Oh, Dios mío! ¡Selena!».