Capítulo 34

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Eran los primeros días de enero, Ryoma se encontraba sentado en una cafetería, leyendo una revista de medicina, mientras esperaba a su mejor amigo, quien le había solicitado que se reunieran de pronto. Como era de esperar, Momo estaba retrasado 1 hora, en esos instantes empatizaba con Tachibana por enfadarse con él de no llegar temprano a sus citas. A diferencia de su amigo, el ambarino si llegaba de manera puntual a los lugares que prometía ir.

Suspiró, no podía imaginar cuál era el motivo tan urgente por el que deseaba verlo, pero al menos gracias a ese tiempo libre, podría pensar en qué haría exactamente para su primer aniversario de bodas, el cual sería el día 10 de ese mes. Aunque Sakuno había quedado encantada con el regalo de navidad, esa fecha no era como cualquier otra festividad, sino que era más importante que pensar en un regalo. El problema es que no sabía específicamente que podía hacer. Sabía que sus padres eran de celebrar su aniversario con una cena, o viajar a otras ciudades a celebrar. Pero no sabía si ese plan funcionaría.

Cuando su hermana le había preguntado hace unos días si haría algo especial y su respuesta se reducía a un simple saludo y unas flores (lo que era más práctico), Sakura lo había regañado por ser "poco romántico", ya que cumplirían 1 año de casados y no era como cualquier otro día. Lo que le hizo dudar de si estaba bien o no con esa idea, teniendo que acudir a su hermano mayor para aclarar sus dudas, él por supuesto se burló de su plan, diciéndole que todavía le faltaba mucho que aprender sobre las mujeres y el amor. Quedaba 1 semana para el gran día y debía pensar en algo pronto.

—Echizen, lamento la tardanza. —Comentó Momo dando un suspiro. —Había un desvío en la última calle y no podía avanzar con la bicicleta. ¿Esperaste mucho?

—1 hora, pero es común que llegues tarde, así que no puedo esperar más de ti. —Bufó, mientras bebía su ponta.

—Qué cruel, eso dolió. —Hizo una mueca y se sentó a su lado. —Es broma, después de tantos años, ya estoy anestesiado a tus palabras.

—Como yo lo estoy a tus retrasos. —Se burló.

—¿De verdad? Entonces ¿Me habrías esperado 3 horas?

—No, eso sería demasiado.

—Lo supuse, tienes dignidad ¿no?

—Por supuesto. En fin ¿Qué es lo que querías decirme?

—Antes de eso, voy a ordenar unas hamburguesas. ¿Quieres una? Por los viejos tiempos.

—Está bien, me lo debes por el retraso.

Después de que el mesero llevara sus pedidos, ambos disfrutaron de sus hamburguesas en silencio, tenían tanta hambre que en ese momento las palabras estaban demás y sólo se concentraron en el delicioso sabor que estaban procesando sus paladares en ese momento. De alguna forma, reunirse a beber unas gaseosas y comer hamburguesas, se había vuelto una tradición que compartían desde que estaban en Preparatoria y se seguiría manteniendo por el resto de sus vidas, pese a que se encontraban en distintas etapas de su vida.

—Estaba deliciosa. —Respondió Momo con una sonrisa.

—Sí, es verdad. Al menos esperarte, valió la pena.

—¿Lo ves? —Le cerró un ojo, viendo su rostro de pocos amigos. —En fin, te preguntarás porque te he citado aquí un día sábado ¿no?

—Sí.

—La razón es porque he decidido que voy a ayudarte en tu aniversario de bodas, ya que noté que necesitas a alguien que ilumine tu camino. Y para eso, está tu mejor amigo.

—No, gracias.

—Al menos escucha la propuesta que te haré. —Bufó Momo, Ryoma como siempre lo interrumpía.

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