Se habían puesto en marcha a las dos de la tarde, llevaban cerca de dos horas en la carretera, toda la familia disfrutaba del viaje, salvo cierto ambarino de cabellos negro que miraba por la ventana aburrido. En la primera cabina del furgón, conducía Nanjiro junto a Ryoga. Mientras en la siguiente hilera, se encontraban Rinko, Nanako y Sumire. Hasta que finalmente en la última se encontraba Sakura, Sakuno y Ryoma. Sakuno charlaba animada con ella, hablando sobre una pequeña celebración que se realizaría en su antigua Preparatoria, conocía bien dicho Festival, ya que ella también había participado en él alguna vez. Sakura estaba a cargo de algunos de los preparativos, aún si las maid habían sido populares en la época de la castaña de ojos carmesí, ahora las cosas habían cambiado. Ya que, la moda era vestir kimonos primaverales en los salones de comida. Imaginaba que los chicos se impresionarían de verla, Sakura había crecido mucho, su cabello castaño lacio caía sobre sus hombros, formando algunas ondas. Además de su estatura tan peculiar, ya estaba alcanzándola de hecho. Pero más allá de lo que pensara Sakuno de ella, Sakura parecía no tener mucha autoestima a diferencia del resto de los integrantes de la familia Echizen. Rinko decía que estaba en la edad que no se conformaba con nada, que debido a esto se sentía tan desdichada. Pero no era ese el único motivo, Sakuno lo sabía muy bien. Esa inseguridad tenía nombre "Aoi", el chico del que estaba enamorada en el Instituto, habían logrado ser amigos después de un tiempo, sin embargo la relación entre ellos había cambiado. Aoi, el mismo chico que había asistido a su fiesta de cumpleaños pasado, ya no se encontraba en la misma clase que ella, por lo que no se veían como antes. Sakura le había mencionado lo triste que se sentía por ello, pero también porque cuando intentaba acercarse a saludarlo, siempre se percataba que había una chica de cabello ambarino y ojos grises acechándolo. Era alta, hermosa y según tenía entendido, la mejor de la clase. Debido a esto, su autoestima fue disminuyendo. Solía verla desde el pasillo de la casa, mirándose en el espejo triste, tornando las manos a su cintura, creyendo que era demasiado delgada. Cuando en verdad, no era así. Tenía deseos de intervenir y hacer algo por ella, como cuando la había ayudado con su hermano, pero no podía hacer absolutamente nada...porque no conocía a Aoi.
Precisamente de eso hablaban, Ryoma escuchaba música mirando por la ventana, por lo que no podía oírlas en absoluto. Sakura le comentó que Aoi tenía una banda, la cual cerraría la noche del festival, no sabía si ir o no, pero en su interior escuchaba como alguien a gritos ansiaba que llegara ese día.
— ¿Qué debo hacer? ¿Y si le molesta mi presencia?—Susurró.
—No creo que le moleste, de seguro estará feliz de verte. —La animó la castaña—Tú puedes, Sakura.
— ¿T-Tú crees...que debería declararme?—Bajó la voz, para que no la escuchara su madre
— ¡¿Eh?! ¿Q-Quieres hacerlo? —Preguntó sorprendida, creía que sólo ella cometía ese tipo de locuras.
—S-Sí, creía que era lo mejor...tal vez así podría dejar de hacerme falsas ilusiones y escuchar una respuesta de él. Antes no encontraba que fuera buena idea declararse, pero tú...lograste muchas cosas. —Dirigieron su mirada al ambarino.
—P-Pero no es lo mismo, yo tardé mucho tiempo en obtener una respuesta. Además cuando la recibí...fui rechazada, bueno en más de una ocasión me rechazaron. No soy un buen ejemplo a seguir, lo hice de la peor manera. No fui capaz de decírselo en persona, tuve que acudir a una carta.
—Lo sé, pero al final lograste conquistarlo ¿no?. Sí tú fuiste capaz de que él se enamorara de ti, considerando lo frío que es. De seguro podrás ayudarme. —Habló con devoción.
— ¿Cuándo piensas hacerlo?
—En el festival. Precisamente esa misma noche.
—Sé que no te haré cambiar de parecer, pero a veces me arrepiento de haberme declarado. Sin embargo, si tu deseas hacerlo...te apoyaré, sea cual sea tu decisión.
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Do You Love Me?
Romance"Me amas? Si es así, demuéstralo" sería la frase que inaugura esta nueva historia. Tras la boda, ambos se han unido más como pareja, aceptando el amor que sienten el uno por el otro y protegiéndolo a toda costa. No obstante, el amor no suele ser sie...