CAPÍTULO 39✨

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Esa misma mañana....

MANSIÓN JOHNSON.

Stelle se encontraba en un trance. Los médicos la dejaron sentada en el sofá de su habitación y ella sólo veía un punto fijo, y no pestañeaba ni decía nada. Su cuerpo temblaba ligeramente y esos ojos de gato le salían las lágrimas solas. Para ella no debió ser fácil ver a la hermana colgada en su propia habitación y lamentablemente sin vida.

—¿Qué piensas hacer?—Federico, el padre de Gastón preguntó bastante preocupado.

—La verdad no lo sé... Jamás pensé que esa mujer se atrevería a hacer una locura.—Murmura furioso entre dientes.

—¿Tuviste algo que ver?—Pregunta tentativo.

Gastón lo vió mal y pasó por su lado sin responder su pregunta.

—Beba...—Me puse en cuclillas y tomo sus pálidas manitas.—Tu mamá debe saber lo que está pasando...—Susurra persuasivo.

—Fuiste tú...—Ella se gira paranoica y frunce su ceño con tanto odio.—¡Fuiste tú!—Soltó su mano bruscamente.

—¿Cómo puedes decir eso?—Me levanté.

—¡CÓMO TE ATREVISTE! ¡ÉSTO ES TU CULPA!—Le golpea el pecho enojada.

—Cómo puedes culparme Stelle...—Sostuve sus brazos de seguir golpeando mi pecho.

La tensión en la habitación subió mucho con los gritos histéricos de Stelle y todos salieron disparados.

—¡ES TÚ CULPA! ¡TÚ LO HICISTE!—Grita histérica y prácticamente loca.

—No... No puedes culparme...—Niega inocente y ella no le creía nada.

—Mi hermana fue a verte...—Lo señala duramente apretando sus dientes con muchísimo odio.—¡LE DIJO A MI MADRE QUE IRÍA A BUSCARTE! ¡TU LE HICISTE ÉSTO! ¡PORQUÉ GASTÓN!—Esos desgarradores gritos la tenían en un desastre mental.

—Escúchame Stelle...—La tomo a la fuerza y la sostengo en mis brazos.—Podré ser lo que sea para tí, pero jamás provocaría algo de ésta magnitud...—Stelle no le creía, todo lo que veía en sus ojos era maldad.

—Me has hecho tanto daño... No te creo nada...—Murmura con odio en su cara.—Eres capaz de mucho Gastón Buttowski.—

—Ya oíste el informe forense... Tú hermana se quitó la vida ella misma. No hay huellas de nadie. ¿Cómo podría hacerlo?—Pregunta seriamente pero Stelle no escuchaba sus estúpidas preguntas.

—Tú eres una máquina despiadada... ¡Todo en ti es maldad! No me sorprenderías en nada...—Se soltó de sus brazos y lo apartó furiosa.—No quiero verte...—Se dió la vuelta con voz entrecortada.—Te quiero lejos de mí y de mi familia...—

Gastón la ve por varios segundos y asintió al verla así tan alterada y muy negativa.

—Te ayudaré con el sepelio de Esther...—Comentó antes de irse y Stelle no lo vió.

—Mi pobre hermana...—

Solloza sentándose en el sofá y rompiendo a llorar sin consuelo. Su pecho dolía mucho, ambas eran hermanas mellizas y es como si Esther le hubiese transmitido sus miedos a ella.

—Mi Esther...—Murmura su nombre con tanta tristeza y desesperación.

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Horas después....

Cuando Evelyn bajó de la camioneta sus guardaespaldas la sostuvieron. Ella venía distendida en brazos de ellos y su rostro hinchado por el llanto, no podía creer que su hermosa hija Esther se haya quitado la vida. Esa mujer alegre y feliz no tenía ni un rastro de esa belleza y simpatía. Todo se esfumó cuando Gabriela la alcanzó en el hospital y le informó del deceso de Esther. En la entrada de su casa había decenas de policías resguardando la escena y el cuerpo de Esther siendo transportada en una bolsa negra. Ella cayó al suelo de rodillas sin poder creerlo.

La Dulzura de una Noche...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora