Capitulo 11

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Memorias del Lobo que mato a la abuela de la bruja de Caperuza Roja.
Por RUI
Capitulo 11

Capitulo 🚫 +21, no apto para sensibles,  yo les advierto, será un poco fuerte.

.... Había una vez, un tormento...

- Puede que juzgará antes de tiempo...

- Puede que si, puede que no?

- Acaso no estabas insinuando que le diera otra oportunidad?

- La oportunidad de escuchar su razón, es importante tener ambas versiones, no lo crees?

- .... Tienes razón.

- Bien, de nada.

- No te agradecí!

- Es cierto, cómo deberías hacerlo?

- ??? Marack le lanzó una mirada de duda.

- Te escuché, te invite un trago y te aconseje, no crees que merezco algo a cambio?

- No tengo nada que ofrecer, soy solo un leñador.

- Que curioso!!! Es justo lo que necesito.

- ???

- Verás, cómo sabes soy un carpintero y me gusta crear cosas de madera.

- Y que tiene que ver conmigo.

- Hace tiempo vi un pino único, está por el lado norte del bosque, me gustaría tener esa madera.

- Así que quieres que traiga esa madera?

- Si.

- Ugh... de acuerdo. Te traeré esa madera.

- Gracias.

Eliska caminaba de regreso a la montaña pensando en su diabólico plan.

- Mi señora Eliska, es una gran sorpresa verla. Un duendecillo salió de unos arbustos, llevaba en su mano unos hongos los cuales estaba comiendo.

- Eh? Ah! Si eres tú Rumpelstiltskin, que te trae a este bosque?

- El sabbat mi señora. Siempre he admirado a las brujas, claro que a usted más.

- Jajaja eres todo un adulador. Dime investigaste lo que te pedí?

- ... Bueno siempre es bueno tener algo a cambio.

- Mmmm. Bien. - Eliska saco de su túnica un par de monedas y se las dió, el duendecillo abrió sus ojos y sonrió tomándolas. - A hora dime.

- Venia del este, y efectivamente no hay rastro de la manada de los aulladores.

- Todos murieron?

- Al menos la mayoría, los que escaparon están escondiéndose en diferentes pueblos, pero ellos son lobos comunes, ya no tienen sangre del linaje principal.

- Aún así, todos deben ser aniquilados.

- Usted no perdona.

- No, eso nunca lo haré.

- Necesita algo más de mi?

- No, si gustas puedes llegar al sabbat a comer hasta saciarte.

- Oh mi señora es usted tan gentil.

Ella solo afirmó con su cara y siguió su camino.

Mathiz había llegado hasta su cabaña en donde lloro hasta quedarse dormida. Entre recuerdos de su primera vez con Marack, la palabras de madam Mim, el día en que se topo por primera vez con Eliska, un beso en su frente por parte de su madre, luego todo negro, una silueta de un hombre, no recordaba a verlo visto antes. Era un hombre alto de cuerpo bien formado, ojos negros como la noche, cabello azulado, piel clara y una sonrisa un tanto siniestra, derrepente ella despertó.

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