NO ME EXTRAÑEN CIELOS, ESTOY HACIENDO LO MEJOR QUE PUEDO.
Ya había pasado 2 días desde la liberación de Pete y todo estaba volviendo a la normalidad. Khun con su pequeño negocio en casa y cuidando de Chay en ausencia de Macao, Porsche había regresado a trabajar y era obvio que el pelinegro mayor también.
Pete decidió descansar solo un día y regresar a su trabajo, aun los pequeños golpes estaban en su rostro pero el maquillaje temporal sabía cubrirlo. Ahora él estaba en el mostrador del café, atendiendo a dos jovencitas antes que sea la hora del almuerzo.
-Tomen asiento, su pedido estará en un momento- sonrió y terminando de dar la boleta de pago prosiguió a preparar las bebidas junto con Arm.
-Es bueno tenerte aquí- susurro el mayor de los dos.
-¿No puedes solo?- pregunto Pete en un tono de burla. Arm sonrió y se acercó más al pelinegro
-Me aburro sin ti, además estuve muy asustado los días que estabas secuestrado.
-Lo sé, yo también estuve muy asustado- El mayor colocó su mano encima de la de Pete
-No quiero pensar no tenerte aquí- Y terminando de decir esa frase Pete sintió como un escalofrió recorría su espalda, saco su mano y sonrió nervioso.
-No hay más azúcar, iré al almacén- se excusó y salió del lugar adentrándose a cuarto de alimentos para poder tomar lo que necesitaba así como también un poco de aire.
Pete se apoyó en la pared de aquel lugar frotando su mano mientras se aseguraba que Arm no estaba siguiéndolo. El pelinegro pensó que quizás algo de eso iba a cambiar después de su secuestro pero en realidad el contacto y las señales de amor que hacia Arm eran demasiado evidentes e incomodas.
Después de colocar su corazón en orden camino hasta uno de las repisas subiendo a una de las escaleras pequeñas para alcanzar el envase azúcar, cuando por fin lo tenía en sus manos su celular vibró en su delantal haciéndolo dar un salto de sorpresa. Pete dejo apoyo el tarro en un brazo y uso su otra mano para ver la notificación.
De: Idiota
Te extraño
Y el corazón de Pete volvía a latir como si hubiera corrido la maratón de su vida en segundos. Se quedó observando el mensaje una y otra vez. Durante 2 días estuvo tan ocupado que no se dio tiempo para visitar a Vegas al hospital, en esos 2 días el castaño había estado en la cabeza de Pete luego de su heroico rescate. Guardo el celular en su bolsillo y fue hasta la cocina dejando el azúcar.
-Ya casi es hora de almorzar- dijo Arm apoyándose en el mostrador cerca de Pete -¿Qué has traído hoy?.
-Algo ligero- respondió Pete, termino de llenar el otro frasco de azúcar y luego observo al mayor -¿Puedo pedirte un favor?
-Claro que sí- respondió.
-Chay; ¿si te acuerdas verdad?... bueno él tenía una cita con el medico en la mañana pero me mandó un mensaje diciendo que el horario cambio y que si puedo ir yo a acompañarlo- Vegas estaba mintiendo, él lo sabía y por eso se mordió el labio inferior, era una manía suya que tenía cuando se veía en problemas como ese.
-¿Regresaras?
-Claro que sí- respondió -No estaré tantas horas.
-Esta bien- Y terminando de decir eso Pete sonrió agradeciéndole muchas veces y se alisto dejando su delantal en el perchero para salir recordándole a Arm que no demoraría demasiado. El pelinegro se sentía como si lo hubieran puesto en libertad y se apresuró tanto en tomar el autobús mientras iba con una sensación rara a su destino.
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DEVUELVEME LAS ALAS VEGASPETE BIBLEBUILD MPREG KINNPORSCHE
FanfictionVegas necesita tener una familia para que la herencia de su padre quede a su nombre. Pete necesita más de dos trabajos para pagar el alquiler del lugar en donde vive con sus tres amigos. Cuando un accidente los une, Vegas cree haber encontrado al ca...