DEVUELVEME LAS ALAS VEGASPETE BIBLEBUILD MPREG KINNPORSCHE

Capítulo 13: Visita

OTRO PORQUE QUIERO Y PUEDO JAJAJAJ NO MENTIRAS BUENOS DÍAS JAJAJA

-¿Algo de beber?

-Está bien así- Pete miro todos los alrededores del departamento, era espacioso, se veía cómodo y caro, con una vista muy buena.

-Hay un cuarto de visitas al lado del mío, puedes usarlo para descansar.

-Vegas- el mayor lo llamo haciendo que el castaño lo mire -¿Quién te lo dijo?- El menor bajo la mirada

-Khun, me lo dijo la semana pasada.

-¿Preparaste esto tú?- Vegas suspiró.

-Sea este o no un noviazgo de mentira se me hacia una falta de respeto no ir en un día como este y no quería ir solo, lo siento si me metí en cosas que no debo. - Toda esa oración era lo más sincero que Pete había escuchado hasta ahora, él no sabía si era su corazón sensible o toda esa aura de sentimiento pero por alguna razón sus pies estaban caminando hasta donde estaba Vegas y luego sus cortos brazos lo rodeaban en un abrazo, se quedaron así.

-Gracias- pronuncio Pete -A pesar de todo, te agradezco mucho por esto- el castaño correspondió al abrazo.

-No te lo voy a cobrar, no te preocupes- Pete se separó un poco bajando la mirada, en otro momento tal vez lo hubiera golpeado y quizás tampoco estuviera así como está ahora con Vegas o también no haría lo que estaba a punto de hacer como pararse de puntillas, cerrar los ojos y besar los labios de Vegas.

¿Un beso de agradecimiento?, seguro era eso y Vegas no desaprovecho, él mismo colocó una mano en la nuca de Pete y profundizo el beso lentamente así que el beso que empezó como algo de momento se volvió un poco más apasionado. Esta vez no estaba el pelinegro protestando por correr, tampoco lo empujaba, era el pelinegro quien inicio ese roce de lenguas. Estuvieron así por varios minutos tomando pausas para respirar, luego volver, Vegas con su mano apretando la cintura de Pete y caminar sin darse cuenta hasta la puerta de una de las habitaciones pero la falta de oxígeno y el cansancio de pelinegro hizo que todo quedará hasta ahí.

-Quiero descansar un poco- susurro sobre esos labios en forma de corazón, Vegas asintió

-Descansa- se dio media vuelta y cerro un poco la puerta de aquel cuarto dejando a un castaño afuera quien tenía una sonrisa de oreja a oreja, ¿Era un triunfo?, el mismo Vegas quería saber el porqué de tanta felicidad, quizás porque el plan fue perfecto o quizás fue porque dentro de ese corazón golpeado algo estaba empezando a reaccionar, el castaño quería creer que fue lo primero, no necesitaba enamorarse ahora, él también tenía miedo... ¿Y si perdía?

Pete todavía no creía en que momento su relación con Vegas había cambiado tanto, ¿dónde habían quedado sus ganas de no verlo o esa sensación de malestar cuando el menor se aparecía de la nada?, quizás todo empezó desde que el castaño comenzó a portarse raro con él, ¿cuál era la intención de Vegas? se preguntaba a menudo el pelinegro.

Después de aquel beso en el departamento del menor ninguno de ellos hablo nada. La primera vez que se reunieron solo hablaron de cosas no muy importantes o interesantes, el pelinegro pensó que lo mejor era así, se sentía un poco tonto al iniciar aquel beso después de todo. Esta vez como casi costumbre Vegas y Pete estaban en una tienda comercial viendo algún regalo para el cumpleaños al cual el castaño había sido invitado.

-Creo que un reloj está bien, ¿tu que dices?- preguntó Vegas mirando a Pete.

-Me imagino que tiene que ser algo caro- el castaño asintió entrando a una tienda de relojes, Pete observo todos, eran hermosos, había todas las marcas, modelos y texturas así como también precios que no eran nada baratos.