Todo el silencio de aquel lugar se vio interrumpido por una voz que no paraba de cantar la misma canción una y otra vez. Toda la mañana preparándose, dejando las cosas listas en casa antes de poder partir, la niña se miraba en su pequeño espejo hasta que su bonito peinado esté listo.-Acabe- dijo la otra persona en la sala. Ahora la pequeña se paró de su sillita para correr hasta un espejo más grande y mirarse de pies a cabeza dándose la vuelta para que luciera mejor su vestido turquesas.
-Estoy muy bonita- dijo ella mirando a su padre. Pete se agachó para estar a su mismo nivel.
-Estas demasiado bonita- le dijo dándole un beso en la frente.
-¿Crees que Arthit note que estoy bonita-Pete asintió suspirando después de aquella pregunta recordando que Ocean semanas antes les hizo padecer para buscar un vestido que le gustará, agradecían haber llevado a YooJin ese día que la convencio de elegir uno de los más de 60 que vieron en cada tienda.
El pelinegro salió del cuarto para ir a la sala caminando hasta el gran tanque de peces que tenían y poder darles de comer pero miro unos pedacitos raros flotando en el agua, él no recordaba haberles dado comida antes hasta que miro la bolsa de galletas vacías debajo del acuario.
-Ocean- llamo él y la niña vino feliz cambiando luego de expresión al ver la bolsa de galletas -¿Creo que ya hablamos sobre esto?-
Se quedó callada mirando sus zapatos -¡Es que tenían hambre!- exclamó.
-Los peces no comen galletas de naranja-
-Pero ellos me dijeron "Ocean, danos tus galletas"- respondió fingiendo una tierna voz en es última frase. Después de escucharla y al ver la hora, Pete decidió tirar a la basura la envoltura y pensando que debía mandar a limpiar la pecera otra vez. Empaco lo necesario en la bolsa de su hija y luego salieron para ir directo al auto que los esperaba afuera haciendo una primera parada en un lugar que ambos conocían bien siendo la más feliz Ocean que bajo del auto corriendo para empujar la puerta.
-¡Hola!- exclamó trepandose en el mostrador para que los demás la vieran.
-Mira quien nos a venido a visitar- dijo Mariam con una sonrisa.
Andrew salió de la cocina secándose la mano para ver a la niña que estaba retrocediendo para dar dos vueltas y mostrarles su vestido, zapatos y peinado.
-Que bonita estás hoy Ocean- dijo él.
-Es que tengo un cumpleaños- mencionó sonriendo y en ese momento sus oídos detectaron un sonido de un juguete caerse. Ella busco de donde provenía eso encontrando a un bebé rubio en una silla saltarina intentado recoger su juguete.
-¡Sammy!- grito corriendo para besar y abrazar al bebé. Pete sonriendo viéndola y se apoyó en el mostrador.
-Ella crece muy rápido- dijo Andrew.
-Lo mismo digo de Sammy, era solo un bebé de semanas de nacido- sonrió. Se quedaron unos minutos mirando a Ocean jugar con el bebé hasta que Pete recordó a que había venido.
-Deposite el pago ayer y un regalito para el bebé- dijo. Ambos padres lo miraron.
-No era necesario lo de Sammy- dijo Mariam.
-Ustedes han tenido algunos gastos y me han ayudado mucho, es lo menos que podía hacer- Ellos agradecieron por la buena voluntad, amaban el ambiente laboral de ese lugar y estaban seguros que en otro trabajo no les hubieran dejado continuar desde que nacio su hijo, tenían la oportunidad de tenerlo con ellos sin tener que dejarlo a cuidado de otra persona.
-Creo que es hora de irme- dijo Pete al ver que se le hacía más tarde así que se despidió de ellos, del bebé y tomo la mano de Ocean recibiendo un pequeño bocadillo que Mariam les había dado para el camino y otro para el cumpleañero.
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DEVUELVEME LAS ALAS VEGASPETE BIBLEBUILD MPREG KINNPORSCHE
Hayran KurguVegas necesita tener una familia para que la herencia de su padre quede a su nombre. Pete necesita más de dos trabajos para pagar el alquiler del lugar en donde vive con sus tres amigos. Cuando un accidente los une, Vegas cree haber encontrado al ca...