DEVUELVEME LAS ALAS VEGASPETE BIBLEBUILD MPREG KINNPORSCHE

Capítulo 42: Examen

La que no comente no le voy a dar capítulo siguiente a verdad jajaa

Pasaron 3 días desde aquel encuentro y entre aquella pareja no hubo mención de esa noche, hacían su días normalmente, un poco tímidos de mirarse a los ojos o tener contacto pero nada más. La historia se volvió a repetir al cuarto día, nuevamente no había algún tipo de conversación al respecto, pasaron otros días más y en la mañana del sábado hubo un tercer encuentro casual en el baño por lo que ahora ambos estaban sentados en la mesita de la cocina, Vegas con la toalla alrededor de su cuello y Pete la tenía en su cabeza como una simple tela que lo cubría.

-¿Todo bien?- pregunto el castaño rompiendo un poco el hielo.

-Sí- respondió.

-¿Tienes nauseas o algo?

-No- La conversación murió por un momento porque el castaño sabía que Pete se sentía muy avergonzado y quizás dañado en el orgullo, estaba acostumbrado a eso y no tenía ganas de molestarlo.

-Ire a ver a Porsche- Vegas detuvo los palillos cerca de su boca y miro a su compañero.

-¿Después del desayuno?

-Sí, no he ido en dos días

-¿Quieres que te lleve?- pregunto el mayor.

-No te molestes, puedo ir solo.

-Pero...- lo estaba pensando un momento antes de decir lo que quizás iba a incomodar al pelinegro -No creo que debas tomar el tren después de lo que acaba de pasar, ¿no estás cansado?- Pete agacho más la cabeza dejando que la toalla cubra un poco su rostro que estaba enrojeciéndose.

-T-tomare el bus.

-A esta hora está un poco lleno.

-Un taxi.

-¿Y si pasa por un bache sin darse cuenta?, que peligro- El menor se sacó la toalla un poco enojado y miro a Vegas que ya estaba terminando tranquilo su desayuno.

-¡No estoy enfermo!- exclamó, el castaño lo miró sin sorprenderse de ese comportamiento.

-Llevas a mi hijo adentro y nadie lo nota aún, la gente afuera anda sin descuido, te puede pasar algo.

-Yo se cuidarme.

-Además no he visto a Porsche hace semanas, quiero ir- Pete iba a hablar, pero no encontraba otra excusa así que no le quedó otra que aceptar, dejar sus platos en el lavadero y cambiarse para ir al hospital. Por supuesto que se fue en auto propio, más cómodo y seguro, durante el camino ninguno hablo porque estaban concentrado en la música de la radio hasta que llegaran al hospital. Al ingresar fueron hasta el modulo para registrar su visita y pedir tickets así que una vez cumplida esa parte caminaron directo a la habitación de Porsche la cual al entrar vieron a dos enfermeras y un médico dentro. Ambos se llevaron una imagen poco agradable de Porsche terminando de vomitar, completamente pálido y con el piso de la habitación siendo limpiada por la sangre que acaba de ensuciarlo.

-Disculpen, pueden entrar dentro de unos minutos- dijo la enfermera acercándose a ellos.

-¡¿Pero qué paso?!- pregunto Pete.

-Tuvo una baja, suele pasar muchas veces pero no se preocupen, ya lo hemos controlado- Los dos tuvieron que esperar unos 10 minutos afuera de la habitación un poco preocupados y Vegas preocupado el doble porque temía de cómo iba a reaccionar el pelinegro, no deseaba que le dé algo que lo alterara. Las enfermeras y el medico salieron dejándolos entrar al fin para que pudieron verlo, ahora Porsche estaba recostado en la cama con unos tubos en su nariz y una unidad de sangre conectaba a su brazo.