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El lado oscuro de la italiana

Katherine Lombardo

Era un lunes por la mañana y yo ya me estaba preparando para ser una visita sangrienta y dolorosa. Desde que Christopher Volkov me ha mandado la carta que decía que nos veríamos el miércoles en un restaurante hizo la curiosidad y las dudas crecieran, y me haga las preguntas pensando que yo tenía las respuestas, pero lamentablemente no las tengo frente a mi. Así que, no me queda otra que esperar a este miércoles. Y por alguna maldita razón presiento que todo se irá a la mismísima mierda.

Salgo de mi habitación vestida totalmente de negro. Llevaba unos pantalones de cuero color negros, una remera corta con mi chaqueta de cuero negra, las zapatillas estaban siendo del mismo color. No creo que lo allá mencionado, pero amo el negro. Siento que me caracteriza muchísimo; el negro tiene aire de elegancia y el poder, al misterio, la tristeza o la muerte. Tengo todo de eso, el rojo también podría combinar conmigo ya que tiene todo de un poco, pero el negro siento que es mío. Tal como lo dije; el negro da aires de elegancia y poder. Y yo eso lo tengo.

-Buen día, señorita Lombardo - me saluda cuando ya estoy entrando a la cocina de mi casa

-Hola John - le sonrío en modo de saludo - hoy tengo ganas de hacer locuras - abro los ojos como si fuera una sorpresa y me pongo sería de inmediato

-¿Que quieres hacer? - me pregunta muy curioso por mis palabras.

-Quiero sangre, rogaciones, sufrimiento, desesperación. - comento antes de tomar un sorbo de mi café que me había dado la sirvienta haces unos segundos atrás. Miro a John que estaba completamente serio, no había ningún apéndice de miedo, o desesperación por mis pedidos - eso es lo que quiero, John.

-Eres peor que tú padre - susurra mirándome directamente a mis ojos celestes eléctricos

-No me desperté para hablar de mi padre o de mi madre, John - manifiesto en un tono totalmente serio y frío - en este momento no estoy para pensar en ellos, tengo diferentes cosas que hacer apartir de hoy.

-Lo sé, y me disculpó por eso. Pero tienes muchas cosas parecidas a él. Y en ningún momento hable de tú madre...

-Si, bien. Es hora de irnos - comento dejando el tema sanjado. Me levanto de la banqueta que se ubicaba en la cocina y salgo de esta con John detrás de mi - ¿Está en el cuartel?

-Lo está desde lo que lo trajeron - asiento firme con mi cabeza mientras que sigo el camino hacia las afueras de la mansión

-Necesito información de cómo se encuentra en este mismo instante - entro al coche junto a mi mano derecha de total confianza; el camino sería largo ya que el cuartel se encuentra en el medio de la nada - de como lo trataron, y como se comportó

-En este mismo instante está sumido a una droga que le dieron para que se duerma, en cuanto usted llegué estará despierto, si los cálculos no me dieron mal por supuesto - empieza a relatarme con mucha tranquilidad, miro por la ventana mientras que lo escucho y me memorizo todo lo que va diciendo - le dieron la comida necesaria, lo lastimaron un par de veces entre puños y patadas, quisieron electrocutarlo y lo hicieron - sonrió por dentro al escuchar aquello, me doy vuelta mirando a John que se encontraba a mi lado - y así lo tuvieron manteniendo en estos días, ente golpes, drogas y muy poca comida. Por cierto, tampoco quiso hablar sobre lo que hacía

-Conmigo lo hará, te lo aseguro - comento volviendo la mirada hacia la ventana del coche - aún así, nosotros sabemos las actuaciones que hacía en sus días y noches. No tengo mucha preocupación por eso, pero si la tengo a que diga en dónde se encuentra las chicas a qué violo o estaría por vender. Porque estoy segura que ninguno de sus hombres de confianza las saco de allí

Tentaciones infernales [Completa] +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora