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Sensación extraña

Christopher Volkov

A veces ir a la casa de mi padre era como entrar en un infierno, sentir esa llama, la presión, el calor, el enojo. Siempre fue así, y jamás se me cambio aquel pensamiento. Nunca he ido a la casa de mi padres por qué sí, siempre fue por algo que necesitaban de mi, o por alguna fiesta, o por ir a buscar a mi hermanita. Y si la iba a visitar era porqué Robert me llama necesitado de mi presencia, era ahí cuando visitaba a mi hermanita, nunca fui por ir. Y después de irme de ahí jamás volví como si fuera un hijo de ellos, o mejor dicho de mi padre. Siempre iba porqué ellos me necesitaban, como ahora, quien mi padre me había llamado porque necesitaba de mi.

Entro dejando las rejas de las casas atrás para después estacionar el auto a un lado de la casa de mis padres, mirándola con duda me acerco a la puerta enorme dejando el Mclaren atrás, está se abre dejándome ver a una de las sirvientas de mis padres.

-Su padre lo espera en la oficina

-¿Mi madre y mi hermana? - inquiero mirando todo el lugar con curiosidad, sentir el silencio que había en la casa era demasiado extraño

-Se han ido de compras, de hecho, su hermana dejo esto para ti - me da una caja color blanca a la que agarro mirándola con una sonrisa muy desapercibida, se la devuelvo mirando está vez a la sirvienta

-Dejala en la mesa de entrada, antes de irme me la llevaré - le digo dejándola atrás para irme hacia la oficina de mi padre

Entro encontrandome la vista profunda de Robert a ver mi presencia, cierro la puerta detrás de mi y me siento frente a él con los brazos cruzados.

-Hola hijo, ¿Cómo estás?

-Algo quieres o algo que me quieres decir de Katherine - suelto de una vez sin saludarlo ni nada

-Que bien me conoces - suelta una risa mirándome con esos ojos de tener el poder de una puta conversación - me he enterado de cosas, gracias a tu hermana - aprieto la mandíbula mirándolo seriamente. Odio que la use, el dirá que no, pero si lo hace, y demasiado - mi niña es la mejor

-No la uses, no lo hagas. Es solo una niña de cuatro años

-Yo no la uso. Ella habla, y como buen padre que soy la escucho - suelto una risa sarcástica y niego con la cabeza mirándolo a los ojos negros iguales a los míos - me ha dicho que Katherine Lombardo hablo mucho con ella, y que te ayudó a ti arreglar la relación con tu hermana después de una pelea que habían tenido

-¿Y eso qué?¿La matarás por esa idea de porquería? - le inquiero tratando de controlar la poca paciencia que me quedaba

-No. Claro que no - niega con la cabeza. Se levanta de su asiento yendo hacia el mini bar que tenía, me giro hacia él cuando escucho la bebida caer en un vaso de vidrio, me ofrece alzando el vaso pero niego lentamente con la cabeza - verás, me gustaría hacer una cena y que este Katherine en ella. A tu hermana le encantaría verla de nuevo, y a mi me encantaría hablar con ella

-¿Y que le dirás?¿Sobre lo que le hiciste cuando era niña junto a su hermano?¿Qué carajo le dirás, eh?

-Negociar quiero, Christopher. Solo eso. - aprieto la mandíbula - ¿Y por qué te pones así?

-Ni siquiera te importa

-Eres mi hijo - me señala con seriedad

-Si, el que ni siquiera le diste atención en toda su puta vida - susurro, se vuelve a sentar mirándome con furia

-Quiero que vengan, los dos. Será una cena familiar, digamos ya que ella no cuenta - sonríe totalmente emocionado - después te mandaré el horario y el día. Puedes irte

Tentaciones infernales [Completa] +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora