Epílogo

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Cada uno por su camino

Christopher Volkov

Ya no me gustaba recordarla.
Por alguna razón extraña me dolía hacerlo.

Sé que la había lastimado, pero con esas palabras que había soltado en esa clínica había roto aquel amor que había sentido por ella en algun momento. O capaz me estoy mintiendo a mi mismo, pero ahora, de verdad que no quiero saber nada de ella. Ni recuerdos, ni palabras. Prefiero estar con la mente vacía que recordar a Katherine Lombardo.

Ella quiso que esto terminara, era ella quien había admitido que no me amaba más. Y fui yo quien dejó de insistir sabiendo que la repuesta iba a ser la misma.

Me insistí en borrar ese sentimiento que había con aquella persona, más allá que no podía, pero lo que he logrado es ignorarlo a cada mañana que me despierto, cada tarde y noche que me duermo. Había podido ignorar esas palabras de echarla de menos, ya que sus palabras seguían firmes en mi cabeza y sabía que no iba a volver. Y yo... yo no iba a ir detrás de ella. Me lo había prometido yo mismo al decir aquellas palabras.

Habían pasado unos veinte días desde nuestro encuentro en el hospital.
En el tercer día John se presentó seriamente en mi casa para llevarse todo lo de Katherine, lo suyo y a sus soldados. Nosotros no habíamos cruzado ni una mínima palabra, ni siquiera había hecho el intento, ya que solo Simón fue quien se ofreció a dejarlo pasar y así poder irse con sus cosas.

-¿Ya no seguirás buscando a los matones de Romeo?

-No - suelto frío y serio - ya no es mi trabajo

Los primeros días me había negado a dejar a esos tipos sueltos, asi que los busqué y mate algunos. Hasta que el llamado de John me detuvo.

-Deja de matarlos, Katherine quiere hacerlo - me dice desesperado. Ruedo los ojos

-Entonces que los busque ella, y que tenga en cuenta que Romeo tenía socios - digo indiferente

-Lo sabe muy bien, Christopher. Adiós, gracias por atender la llamada

Esa fue la primera y última vez que cruce palabras con John después del accidente.

-Acuerdate que tú padre hoy quiere verte en la cena

-Iré, pero tarde - Simón me mira con reproche - vete, Simón

-Como tu digas - rueda los ojos saliendo de la puerta de la oficina

Paso mis manos por mi cara frustrado. Me quedo mirando la computadora apagada, apretando la mandíbula con fuerza. Estos veinte días habían sido un infierno.

Era recordarla y quemarme. Más allá de que intentaba ignorar aquellos pensamientos a veces no me salía como yo quisiera que saliera.

Katherine Lombardo era una tormenta hecha mujer, y aquella tormenta hizo que todo se caiga a pedazos quemandome, queriendo olvidarla como si nunca hubiese existido.

Pero supongo que eso ya está, todo se había quemado, nosotros mismos nos habíamos quemado, y ahora éramos cenizas. Ya no podríamos revivir aquel amor extraño que habíamos creado en esos meses.

Ya no peleare

La olvidaré e ignorare como estuve haciendo en los veinte días que llevábamos sin vernos. Aquella mujer me hizo caer muy temprano, pero no peleare por alguien que nunca me amo. Ya no. Así que, cada uno iba a ir por su camino, no intentaré cruzarme con ella de nuevo, como tampoco iré el intento de llamarla o mandarle un mensaje como el primer día que me aleje de ella, ni siquiera iré para salvar algo que nunca se pudo salvar.

Tentaciones infernales [Completa] +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora