Tentaciones infernales [Completa] +21

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Mi única desesperación

Christopher Volkov

En cuanto la vi en esa habitación arruinada, en dónde las paredes eran horribles, y en donde la tenían encerrada algo en mi se partió, si no también que el enojo me sacudió en todos mis sentidos posibles.

Eran sus lastimaduras en su cuerpo lo que hizo que cada parte terminará en llamas; El dolor en sus ojos perdidos, su voz rota, la tristeza, sus ojeras, los ojos brillantes que tanto me gustaban estaban en la deriva, habían desaparecido. La habían tratado como una bolsa desechable.

Detengo el coche cuando estoy frente a la clínica, salgo para poder sacar a Katherine en mis brazos. John nos sigue y Alice iba a estacionar la camioneta como se debía.

Subo las escaleras de la clínica corriendo con Katherine en mis brazos, le habíamos tomado el pulso muchas veces mientras veníamos para el hospital, y las veces que le tomamos, eran leves.

-Necesito a un médico urgentemente - John le dice a la que estaba atendiendo detrás del mostrador. La que atiende mira a Katherine en mis brazos y sale corriendo buscando un médico que rápidamente llega no con uno sino con cuatro y una camilla - Señor, tiene que llenar el formulario - mira John volviendo a su puesto, el padrende Kathe me mira preocupado

-Tú llena eso. Yo estaré con ella - le advierto

Seguidamente a eso, observo hacia la camilla en dónde se encontraba la italiana. Sin embargo, ya se estaba yendo. Voy a pasos rápidos hacia ella para no dejarla sola, pero en cuanto llegamos a una puerta doble me detienen uno de los médicos

-Tú no puedes pasar, Señor Volkov - trago saliva. El doctor Domínguez trabajaba aquí y en mi familia, por eso me conocia - quédese aquí, yo me encargaré de...

-Katherine, se llama Katherine - expongo con un ardor en mi pecho - mejor que la cure, porque juro que no la pasará bien si por tu culpa muere.

-No pasará. Con permiso - se va cerrando la puerta en mi maldita cara

Me doy vuelta pasando mis manos por mi cara con frustración, me encamino a unos de los asientos para poder sentarme en unas de ellas que quedaban cerca de la puerta por dónde había entrado Katherinen. Mi vista se concentra en el piso, recordarla así de lastimada me dolía.

Voy a matar a todos los que se fueron, a todos los que escaparon de mis manos, a todos aquellos que estuvieron con Romeo Mccartney. Ellos dejarán de ver el día y la noche, se irán y sufrirán en cuanto los tenga a todos en mis manos.

-¿Y Katherine?

-La están revisando - contesto subiendo la mirada a John.

Ya no estábamos solos. Alice, Hunter y Owen se encontraban con nosotros. Se sientan a mi lado mirando la puerta con desesperación. Si, Katherine también los había enamorado a estos tres.

-¿Mi hija?¿Jolie como está?¿Y dónde está?- inquiere desesperado

-No entre con ella - suelto clavando los ojos en Guillermo cuando lo escucho - pero suponemos que se encuentra bien

-Guillermo - lo llama John -, dejé información de tu nena en la recepción. Pregúntale a ella, a la chica.

-Si, lo haré. No quiero estar aquí esperando una noticia de la basura de mi hermana