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Disfrutando la belleza de la italiana

Christopher Volkov

Sigo sin saber cómo reaccionar a mis actos impulsivos con Katherine, sentirla a mi lado me hacía sentir bien, su respiración, sus besos, las caricias sobre mi cuerpo, la mirada altiva, pero con ese deseo que me hacía volverme loco, un desquiciado solo por esa mujer maravillosa. Y ese maldito cuerpo contra el mío era sentir ese fuego en mi.

Y tener ese conocimiento de que hace dos meses, ya casi tres, este viviendo conmigo era una locura. No me arrepiento para nada de decirle esas cosas en esa cena; recuerdo todo de ese momento, y al recordar su voluntad de hablarme con fuerza, sin afligirse a nada me pone muchísimo.

En ese mismo instante me hallaba frente al vidrio de la oficina, necesitaba espacio para pensar. Estar junto a ella hacia que todo se bloquease a mi alrededor haciéndome sentir en solo en un lugar de muchas tentaciones. Saco el movil del pantalón para hablar con Hunter.

-Al fin estás disponible - dice con un tono chistoso, me dedico a voltear los ojos en cuanto escucho eso - esa Italiana te está consumiendo completito, y no me molesta eh, pero necesito a mi amigo devuelta - ruedo los ojos y miró hacia al frente nuevamente viendo la lluvia caer y golpear al cristal

-Encargate de tus cosas, Hunter - comienzo a hablar pasando mi peso al otro pie. Trago saliva antes de hablarle otra vez - ya tenemos la dirección de dónde se encuentra Mccartney, tendríamos que ir por él, pero.... - pienso como decir lo seguido sin ser una persona tan cursi o enamorado, cosa que me da asco que sean así- estoy pasando un buen momento con Katherine

-Bien. Les contaré a los chicos hoy a la tarde en cuanto los vea en el cuartel, tu tranquilo, se los comunicaré - lo chistoso de la voz de Hunter se había ido en cuanto se da cuenta por dónde va la cosa - Christopher, deja de preocuparte y follatela

-Ya lo hice, idiota - ruedo los ojos sabiendo que no captó las últimas palabras que le dije

-Eres un imán, hijo de puta - suelta una risa y yo lo acompaño antes de ponerme serio -. entiendo a Katherine a la perfección

-¿Por qué la entendés? - inquiero algo confundido

-Joder, eres estúpido. Fuiste tallado por los mismísimos ángeles, eres precioso por dónde sea que te vean, Christopher- arrugo las cejas cuando me dice eso haciendo que ponga una mueca de asco, pero a la vez de superioridad por aquellas palabras que hacían que mi ego suba más de lo que ya estaba - y no me gustan los hombres, pero si fuera mujer en este mismo momento me intrometeria entre ustedes dos

-No somos nada - me agarro la punta de la nariz con frustración, sabía que me iba a empezar a joder con eso en cuanto nos veamos

-Pues no te creo - toce falsamente detrás de la línea haciéndome negar con la cabeza - iré al cuartel, hablamos luego

-No lo creas. No peleare contigo porque no me creés - le digo con sinceridad antes de despedirme - Adiós, idiota - cuelgo la llamada una vez que lo saludo, suelto un suspiro pensando seriamente en las palabras recién charladas

No éramos nada. No había etiquetas entre nosotros dos. Solo era sexo, y eso nos quiere decir que sea una etiqueta. Ya que eso ni siquiera da a entender que sea una puta etiqueta. Vuelvo a mirar la lluvia después de guardar el celular en el bolsillo del pantalón.

Frunzo las cejas, y achico los ojos cuando una melodía de un piano se escucha a lo lejos.  salgo de la oficina escuchando mis pasos fuertes junto a la notas de ese piano que me estaba dando una idea quien tocaba. Ingreso a la habitación que la usaba para dejar las cosas inútiles, sin embargo, ver a la italiana con los ojos cerrados tocando el piano con sutileza, me hizo replantearme que este lugar tan inútil no era.

Tentaciones infernales [Completa] +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora