Tentaciones infernales [Completa] +21

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El operativo

Christopher Volkov

Me doy vuelta en la cama encontrando a Katherine levantada y ya vestida con unas calzas, una remera negra y con una chaqueta del mismo color que los pantalones y la remera corta que llevaba encima; Lombardo estaba observandome con seriedad e impacientada, frunzo las cejas y sonrió algo dormido al ver cómo su cara se iba transformando poco a poco.

-Hola ruso - me saluda pasando su peso al otro pie y cruzándose de brazos a la vez - tenemos un operativo que cumplir, Christopher

-¿Y eso quiere decir? - inquiero sentandome en la cama para poder observarla mejor

-Que te vayas de mi maldita habitación

-¿Te levantaste con el pie izquierdo, acaso? - vuelvo a preguntar para molestarla

-Cierra la puta boca y vete de una vez

-Como quieras - me termino de levantar para ponerme solo el boxer y agarrar la ropa mojada que estaba en el baño - nos vemos en un rato, italiana- me acerco a ella para besarla, pero da un paso atrás negándose al beso - tú te lo pierdes- me alzó de hombros para salir de la habitación

Entro a mi cuarto para entrar directamente al baño y darme una buena ducha de agua caliente.

Mi mente da unos pasos atrás haciéndome acordar de aquella cintura, aquella anatomía que vuelve loco a todo el mundo. Su cuerpo sudoroso, sus últimos gemidos, sus labios pegados contra los míos, sentir ese calor de nuestros cuerpos chocando era como una tentación infernal, ya que con cada parte de aquel cuerpo hacia que te quemaras tan profundo y lo peor, es querer más de lo que ya te habia dado.

Katherine Lombardo más allá que sea calculadora, fria como el hielo, egocéntrica, egoísta, insoportable, provocadora, peleadora; también es la perfección, la belleza, la tentación, el deseo en persona. Y a lo que voy es que pudo provocarme cada vez que se lo proponía, es totalmente increíble ver la mujer que es y como puede llamar la atención a todos los hombres que le pasan por un lado.

Termino de bañarme, y salgo de la ducha poniéndome la toalla alrededor de mi cintura. Salgo del baño yendo hacia el closet para ponerme unos pantalones negros, una remera del mismo color y la campera arriba. Agarro las zapatillas que siempre me pongo para esta ocasiones y me las pongo, cuando ya estoy listo dejo la toalla de un lado para ir hacia la cocina.

-Tu hermano quiere hablar... - John se calla de golpe cuando me ve entrar, miro a Katherine quien se estaba mandando un pedazo de tostada a la boca

-Despues lo llamaré, John. Dile eso.

-Bien, nos vemos luego

John se va y nos deja solos a nosotros dos, me hago un café y me siento frente a ella, quien estaba mirando la mesada con el ceño fruncido.

-¿Tú sabes algo de Romeo? - levanta la mirada, solo la mirada, haciéndose ver más intimidante

-No - comento antes de tomar un sorbo largo de mi café

-Tenemos que hacer algo, buscarlo, y matarlo

-¿Te crees superheroina acaso?. Nos matará si es que lo buscamos

-¿Y tú le tienes miedo a Romeo?¿Por eso no lo buscas, Christopher? - inquiere provocandome

-No digas tonterías - ruedo los ojos frustrado - no podemos buscarlo

-Si que podemos

-No

-¿Por qué?¿Te da miedo?¿Acaso tienes miedo de Romeo?¿Tú piensas que él puede contra nosotros? - inquiere frunciendo las cejas, se levanta de la banqueta acercándose hacía mi, aprieto la mandíbula enojado por sus preguntas- eres Christopher Volkov, el boss de la mafia rusa. Y yo soy la dama de la mafia italiana... No nos puede vencer, Chris