EUFORIA [CLIMAX 2]

Un día inolvidable

Nora y el resto de estudiantes salen al patio principal, se sientan en el suelo y piden a gritos que se les trate como personas, que despidan a Minerva y cancelen su proceso coloquialmente conocido como el muro. Cada estudiante, uno por uno, va contando como se ha sentido y la presión a la que han sido sometidos mientras son grabados para colgarlos directamente en las redes sociales de Linston, gracias a Sebas, el amigo hacker.
Minerva desesperada le grita a los alumnos y le pide ayuda al resto de profesores, uno de ellos le dice que no pueden hacer nada, que tiene que respetar la libertad de expresión y se sienta en el suelo junto a sus estudiantes.
—¡Levántese! —le grita Minerva al hombre.
Los alumnos siguen contando su experiencia, la que está hablando es Lisana, lleva tres días sin dormir, sin apenas comer, utiliza todo el tiempo que tiene a estudiar y hacer trabajos porque sus padres están haciendo un gran esfuerzo para que estudie allí.

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Christian está en Paradise, están viendo los videos en Instagram que está subiendo Connor con la cuenta de Linston, la gente se está haciendo eco y en Twitter ya hay un hilo de estudiantes que han estado bajo la presión de Minerva y el muro. Se hace viral un hilo de una chica, que cuenta que la presión, el estrés y la ansiedad a la que estuvieron sometidas durante el curso que Minerva dirigió su centro escolar, acabó con su mejor amiga.
—Nora la ha liado muchísimo —masculla Hayley—. Por fin Minerva dejará de joderle la vida a los jóvenes. Están saliendo muchos casos de suicidio que coinciden cuando ella estaba en esos centros.
—Solo espero que no la dejen pisar un centro escolar nunca más —musita Mark.
—Como mínimo —susurra Hayley.
Christian bloquea el teléfono y lo deja sobre la barra.
—He estado pensando —musita Mark.
Sus amigos lo miran intrigados.
—Y no voy a estudiar para policía, sino para bombero.
—Mark...
—Sé que parece que lo hago por mi padre, pero lo he estado pensando y el miedo que pasamos ese día... quiero estar ahí para esas personas que por desgracia vivan eso, quiero ayudarles, salvarlos, sacarles de ese infierno.
—Eso es muy valiente de tu parte —dice Hayley orgullosa.
—Vas a ser un gran bombero Mark —Christian le abraza emocionado.
—Y vosotros unos grandes policías.
Los tres amigos se envuelven en un abrazo grupal.

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El asentamiento del patio no acaba hasta que Minerva acepta las peticiones de los estudiantes y acaba dimitiendo. Nora se pone en pie con el resto de estudiantes y todos estallan en gritos y saltos, celebrando que la pesadilla ha terminado.
Connor se acerca a Nora y se abrazan, la felicita por haber conseguido hacer historia, ella le dice que no lo hubiese conseguido sin su apoyo y su ayuda. Connor esboza una sonrisa, se quedan parados mirándose el uno al otro cuando él se arma de valor y se lanza contra hacia Nora y se funden en un intenso beso.
—Pensé que nunca darías el paso —murmura Nora sonriendo.
—Cállate —dice con una sonrisa y la vuelve a besar.
—Ya era hora —dice Lisa entre risas.
El resto del grupo de Clímax se va acercando para felicitar a Nora por su exitosa rebelión. Entre abrazos y risas, comienzan a hablar entre ellos mientras la multitud celebra y habla con el restos de alumnos, los profesores felicitan a los alumnos por rebelarse contra la injusticia de Minerva y su muro de clasificación. Christian no consigue ver a sus compañeros, continúa avanzando entre la muchedumbre hasta que se encuentra con Laurent besando a Jay.
—¿Esto va a en serio?
Jay se aparta de Laurent, avergonzado.
En ese momento, Christian siente una rabia que nace desde su interior, una rabia demesurada, descontrolada, una rabia con la que ha convivido durante mucho tiempo, que creía tener controlada y haberla dejado atrás junto a su etapa de <<Bad Boy>> pero justo en ese instante, se da cuenta de que esa rabia siempre formará parte de él y que siempre tendrá ese mosntruo en su interior que aterrorizada a todos. Hace falta que Scott, Mark y Tarek intervengan para poder apartar a Christian de encima de Laurent, el joven se queda inconsciente con la cara repleta de golpes, cubierta de sangre. Las manos de Christian, sus nudillos impregnados de la sangre de Laurent, varios alumnos lo miran asustados como si tuviesen un monstruo delante de ellos entre la gente encuentra el rostro pálido de Jay, Christian le mira a los ojos, es ahí cuando vuelve en sí. Hayley le agarra la cara con las dos manos y le obliga a que la mire a los ojos, Christian comienza a llorar, aparta a Hayley y comienza a correr hacia la salida de Linston.

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La noche llega, todos están sentados en los sofanes de cuero blanco de las salas de descanso que hay en cada planta de Linston. Ninguno de ellos sabe nada de Laurent ni de Christian, aunque a nadie parece importarle este último.
—Se volvió loco —dice Troy—. Nunca le había visto así.
—Crees que conoces a alguien... —musita Nora.
—Solo le ha pegado al tio que le estaba comiendo la boca a su novio —le defiende Tarek.
—Menudo pieza con el que estabas —le dice Archie.
—Ya tardaba Christian en ser Christian —dice Will y pone los ojos en blanco.
—¡Suficiente! —grita Hayley—. Ninguno de aquí le conocéis de verdad.
—Yo sí —añade Will con una sonrisa satifactoria—. ¿Y tú eres?
—La que lo ha acogido tras ser expulsado —le espeta—. Me voy a buscarlo.
Hayley sale de la sala, recorre el pasillo, baja las escaleras y sale de Linston, camina hasta Paradise, Mark está cerrando, ella le hace una señal con la mano, él termina de cerrar pero ellos quedan dentro. El joven busca entre los muebles y encuentra una botella de ron, Hayley coloca dos vasos con hielo, Mark sirve una buena cantidad de alcohol a cada uno y Hayley echa el refresco.
—¿Sabes algo de Christian? —murmura ella mientras toca un hielo con la yema del dedo y observa como se hunde y vuelve a subir.
—No, nada —masculla.
—Todos le juzgan por lo que ha hecho —murmura.
—Siempre le han juzgado no creo que le importe.
—Tenemos que encontrarle.
—No creo que lo encontremos, además, no creo que quiera que lo encuentren.
—Tenemos que hacer algo —Hayley se pone en pie.
—¿Dónde vas?
—Hablar con Jay.
Hayley sale de Paradise, Mark decide acompañarla, los jóvenes vuelven a Linston. Una vez en la academia, suben las escaleras hasta el piso dónde se encuentra la habitación de Jay. Recorren el pasillo, Jay está hablando con una chica, ella sale corriendo hacia las otras escaleras.
—Que raro —musita Hayley—. ¿Lo has visto?
—No, ¿qué ocurre?
—Nada, no importa.
Hayley se detiene y llama a la puerta, Jay abre, tiene los ojos rojos de llorar.
—Siento molestarte Jay —musita—. Pero necesito que me digas si sabes de algún lugar al que podría ir Christian.
—No lo sé, no tengo ni idea y me da igual, primero hace que le expulsen y ahora golpea a Laurent, parece que solo quiere joderme la vida.
—¡Te estabas besando con él! —Hayley se indigna—. A Christian le importas e incluso me atrevería a decir que te quiere , pedazo de idiota.
—Me da igual. No puedo ayudaros —hace el amago de cerrar la puerta pero Hayley le detiene.
—¿Quién era la chica de antes?
—Una compañera de clase.
Jay cierra la puerta.
—Mentiroso —musita Hayley.
—¿Qué?
—Es obvio que tiene una ligera idea de dónde pueda estar Christian y respecto esa chica, no es una compañera de clase, no hubiese huido al vernos.
—¿Con quién más podemos hablar?
—Lisa, tal vez —sugiere Hayley.
Los jóvenes se recorren la academia hasta llegar a la habitación de Lisa y Emma, tardan unos diez minutos, la mayoría de los alumnos hablan sobre la rebelión contra Minerva o sobre la paliza de Christian a Laurent.
—Christian no es ningún monstruo —le dice Hayley a un grupo de chicas que lo critícan.
—¿Hayley? —dice Lisa asomándose al marco de la puerta.
—Lisa, por fin te encontramos.
—¿Qué hacéis aquí? Es tarde.
—¿Tienes alguna idea de dónde podría estar Christian?
—No —niega con la cabeza—. Puede estar en cualquier parte.
—Laurent está bien —interrumpe Emma—. Lo acaba de decir Nora por el grupo.
—Iremos a verlo —musita Lisa—. Avisa a Jay —le dice a Emma.
—¿No se te ocurre nada? —Hayley le llama la atención.
—No, lo siento.
Hayley y Mark salen de Linston, acompañados por Lisa, Emma y Jay que van a ir a visitar a Laurent. Luces azules parpadean a lo lejos, los jóvenes caminan hacia ellas, se encuentran en el parking de Linston.
—¿Qué serán esas luces?
—Son de policía —masculla Hayley.
Los jóvenes salen corriendo, la primera en llegar es Hayley, se encuentra con el inspector Hank Rought, este la detiene, la atrapa entre sus brazos, por él, Hayley quiere ser policía, quiere trabajar para Hank en la unidad de inteligencia.
—Hayley no puedes pasar —le dice con su voz grave y áspera.
—¿Qué ha ocurrido?
—Ha habido un accidente.
A Hayley se le encoge el corazón, el grupo se queda junto a ella, todos preocupados. Hank camina hasta el cádaver y disimuladamente lo descubre mostrando el cuerpo de Minerva Evillan, Hank vuelve a cubrirlo y camina hasta el grupo de jóvenes.
—Hay un chico, siendo transportado al hospital de urgencia, fue atropellado.
—¿Se parecía a él? —Hayley le muestra una foto con Christian.
Hank mira la foto, se muerde la mejilla por dentro y muy a su pesar asiente. Hayley ahoga un grito, y se lanza sobre los brazos de Hank que le abraza con fuerza. Mark y Lisa rompen a llorar, Emma los abraza, les da apoyo, luchando por no derrumbarse ella también. El corazón de Jay se acelera, retrocede unos metros, los oídos le pitan, la visión de tunel aparece y antes de poder decir nada, se desmaya contra el asfalto.