Christian sale de la ducha, se sobresalta al ver a Lisa y Hayley en la habitación. La toalla se le escapa de las manos, dejando al descubierto su miembro, Christian se da la vuelva rápidamente para darles la espalda.
—¡Qué pollón! —dice Lisa boquiabierta.
—Me haría hetero por él —murmura Hayley.
—¿Qué hacéis aquí? —les dice con tono enfadado pero riéndose.
—Veníamos a invitarte a desayunar —le contesta Lisa—. Vaya culo —le susurra a Hayley.
Christian le pide los calconcillos negros que tienen al lado, Lisa se los entrega con una sonrisita. Él se los pone, se gira y camina hacia al armario.
—Me alegro de que hayas vuelto a Linston.
—Claro que te alegras te ha recibido en pelota —se ríe Hayley a carcajadas.
—No es por eso —le pega en el hombro—. Es para que termine el curso.
—No me creo que ya la semana que viene sea verano.
—¿Nos iremos de vacaciones?
—¡Por supuesto! —grita Lisa.
—Las playas que hay por aquí cerca son perfectas.
—El año que viene es el último curso.
—Y luego a por la universidad —bufa Lisa.
—Me estás deprimiendo.
Christian termina de vestirse y las mira.
—¿No tenéis otra cosa mejor que hacer?
Las chicas se miran entre ellas.
—No —responden al unísono.
—Qué vidas más tristes —Christian les hace burla.
Lisa y Hayley fingen ofenderse, seguidamente se echan a reír.
Llaman a la puerta, los tres la miran.
—¿Esperas a alguien?
—No, vosotras ya estáis aquí.
—Soy Jay.
—Corre, vuelve a desnudarte —le dice Lisa.
Hayley y Christian la miran sin entenderla.
—Seguro que así pasa de Laurent —broma y se echa a reír.
—Llevátela de aquí —le ordena a Hayley.
Las jóvenes entran al baño y sale por la puerta que da a la otra habitación que está vacía.
—Podría venirme a este cuarto —murmura Lisa.
Christian abre la puerta, Jay le mira y se le iluminan los ojos. Luego agacha la cabeza sonrojado.
—¿Te dejaste algo?
—¿Sigues enfadado por dejar la habitación?
—Pensé que teníamos algo especial.
—¿Ya no?
—Estás viviendo con Laurent...
—¡Le diste una paliza!
Christian le mira dolido. Lisa y Hayley pegan la oreja en la puerta del baño.
—No está yendo muy bien —murmura.
—Shhh calla, que no me entero.
Jay mira a Christian y se disculpa por el comentario.
—No tienes que pedirme perdón. Lo que hice fue horrible, soy monstruo siempre lo he sido. Sal corriendo de mi vida, antes de que te la joda.
Christian cierra con un portazo.
—¡Pero qué cojones! —grita Lisa saliendo del baño.
—¿Estábais espiándome?
—¡Oh Dios, no te hagas el ofendido! Ni que hubiese hecho algo ilegal.
—Bueno... —Hayley pone los ojos en blanco.
—Calla —le lanza una mirada asesina—. ¿Por qué le has dicho eso?
—Estoy harto Lis, está con Laurent, aunque no para de venir a verme, pero lo que más me duele es como me mira, es como si me tuviese miedo.
—A lo mejor se siente avergonzado —contesta Hayley—. De haber desconfiado de ti, por haber caído en el juego de Matt y Ana. Abrumado por la cantidad de sentimientos que siente por Laurent y también por ti.
Los tres se quedan en silencio.
—Ahora me siento mal —masculla Christian.
—Puedes escribirle y pedirle perdón.
—O buscarle y decírselo todo en persona.
—Con vosotras escuchando.
—Eso ni lo dudes —dicen orgullosas.
Christian abre la puerta y mira a las jóvenes, ellas le miran a él.
—Es para que os vayáis.
—¿Quiénes?
—Vosotras. Voy a enviarle un mensaje a Jay y hablaremos aquí.
—No, no puedes hacernos esto —grita Lisa dramatizando.
—Fuera, vamos —insiste Christian.
Las chicas cruzan la puerta.
—Necesitamos esta historia de amor —le suplica Hayley.
Christian les cierra la puerta en la cara.
—Le damos igual —suspira Hayley.
—Rápido, tengo que pedir el cambio de habitación. Con suerte me dan una llave y podemos escuchar lo que hablen.
—¿Lo dices en serio? —Hayley la mira desconcertada—. Es una conversación privada, debemos respestar los deseos de Christian.
—Tienes razón —asiente Lisa.
Las jóvenes se quedan en silencio, miran el suelo o el techo. También miran en su teléfono alguna notificación de varias aplicaciones. Se miran entre ellas, suspiran sin saber que hacer. Luego salen corriendo hacia la conserjería para pedir el traslado de habitación de Lisa y conseguir un juego de llaves.
Christian espera a Jay, recorre la habitación de un lado a otro, nervioso. Jay llama a la puerta, le abre y le deja pasar. Jay se queda de pie en el centro, Christian se le acerca y él se pone nervioso, es lo que provoca Christian, nervios y un hormigueo en el estómago.
—Lo siento —le susurra con una voz sensual sin pretenderlo.
Jay le mira y se sonroja, se muerde el labio. No puede mantenerle la mirada.
—¿Por qué no me miras?
—No puedo.
Christian le acaricia la barbilla y la alza para que sus miradas se encuentren.
—Tenemos algo especial —murmura Christian y pasa su lengua por el labio inferior.
—Lo sé —masculla Jay y se traga saliva, Christian le deja la boca seca con solo su presencia.
—Quiero verte a solas, después de los exámenes, lejos de Linston.
—¿Dónde vamos a ir?
—Ya se me ocurrirá algo —esboza una sonrisa traviesa.
—Vale —susurra y asiente.
—Quiero besarte —le susurra Christian con cierta súplica.
—Bésame —acepta Jay con cierto ruego.
Sus labios se encuentran una vez más, con pasión y fresco, alcanzando el clímax de los mejores besos que han sentido. La conexión de ambos es mágica, es cosa del mismísimo destino.
—Wow —masculla Jay con la respiración acelerada.
—Wow —repite Christian mordiéndose el labio inferior.
Se escuchan ruidos ahogados al otro lado de la puerta.
—¿Qué ocurre? —Jay le mira embelesado.
Christian se acerca a la puerta y la abre al completo.
Lisa y Hayley están celebrando la reconciliación de la pareja intentando no hacer ruido. Las chicas miran a Christian y automáticamente intentan disimular que pasaban por ahí.
Jay se aguanta la risa.
—Sois inigualables —dice Christian con una sonrisa.
—¿Podemos pasar?
—No —ellas le miran desconcertadas—. Mejor nos vamos a desayunar.
Lisa y Hayley suspiran aliviadas.
—Pero rápido qué los exámenes empiezan en una hora.
Los cuatro salen corriendo por el pasillo para salir de Linston y llegar rápido a Paradise.
ESTÁS LEYENDO
EUFORIA [CLIMAX 2]
Teen FictionSecuela de CLIMAX. La historia de nuestros protagonistas continúa; nuevas amistades, nuevas parejas, más amor, más compañeros, más placer.