¿Dónde está Marcus?

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Sylvie le cuenta a Emma que Sean fingió la infidelidad para que Lisa le dejara para que ambos pudieran seguir sus sueños y no pisar los del otro. Emma se queda boquiabierta y exhala con fuerza para recuperarse.
—Lo sé, es difícil de creer pero es la verdad.
—Te creo, suena a algo que haría Sean para que Lisa cumpliese sus sueños.
—Perdona que te haya molestado, parecía que tenías prisa pero necesitaba contárselo a alguien cercano a Lisa, para saber si debería decírselo o no.
—Gracias por insistir en contármelo, y sí, creo que deberíamos hablar con Lisa.
Un joven camina hasta Emma y Sylvie, el joven las saluda en susurros con un encantador <<Buenas chicas>>. Emma se gira y se queda asombrada al ver que se trata de Vicent.
—¿Qué haces aquí? —Emma no puede fingir no sentirse algo incómoda cuando se trata de Vicent. —Ella es Sylvie, es compañera de Sean —añade para disimular.
—Soy Vicent —responde él con una sonrisa y se dan dos besos uno en cada mejilla.
—Encantada —murmura Sylvie.
—¿Sabéis lo qué está pasando? —dice Vicent sentándose al lado de Sylvie para no poner a Emma más nerviosa. —No nos dejan subir a las habitaciones, ni siquiera nos dejan salir al campus o salir a practicar cualquier deporte. Solo nos dicen que tenemos que esperar aquí en el vestíbulo, menos que este salón es amplio.
—Ha pasado algo con Marcus —masculla Emma—. Un lío todo, pero parece ser que está todo resuelto, aunque él sigue desparecido.
—¿Quién es Marcus? —musita Sylvie intrigada en la conversación tan misteriosa que comenta Emma con Vincent.
—El director de Linston.
El teléfono de Emma se encuentra sobre la mesa, este vibra y se cae al suelo, en la pantalla hay mensaje de Nora que dice: <<Marcus va hacia Linston, tened cuidado>>. El iPhone de Emma se queda sin batería sin que ninguno de los jóvenes lea el mensaje.
—Chicas —musita Vicent y hace un gesto con la cabeza para que miren hacia la puerta principal dónde se agrupan varios profesores hablando en susurros. El padre de Tyler está discutiendo con ellos, parece nervioso. —¿De qué creéis que estarán hablando?
—Seguro que de Marcus, la de matemáticas avanzadas parece estar asustada.
El grupo de profesores se acercan a otro grupo de profesores, es entonces cuando se dividen en grupos de dos y se marchan por caminos diferentes. Como si se acabasen de enterar que hay algo escondido en Linston y quiesieran encontrarlo lo más pronto posible.
—Sospechoso —murmura Sylvie—. ¿Qué creéis que buscan?
—Yo diría que a Marcus —dice Emma en susurros.
—¿Crees que está aquí? —Sylvie suena asombrada y extrañada—. Sería muy obvio que viniese aquí, es el director.
—Pero tal vez, esconda algo en Linston —masculla Emma.
—Curioso —murmura Vicent—. El padre de Tyler, va solo.
—¿Lo estará ayudando?
—Yo diría que sí, Karl precisamente no es un hombre con valores ejemplares —Emma pone los ojos en blanco—. Solo hay que ver como ha tratado a Tyler.
—Pero ayudar a Marcus... es demasiado hasta para él, ¿no?
—¿Le seguimos? —Sylvie les mira intrigada.
—Me apunto —asiente Vicent.
—¿Estáis locos? —Emma mira a los dos—. Estamos hablando de seguir a Karl, un puto monstruo que muy posiblemente vaya a reunirse con el mismísimo diablo, llamado Marcus. ¿Vosotros es que queréis morir?
—Creo que exageras Emma —murmura Sylvie y pone los ojos en blanco.
—¡Mirad! —exclama Vicent demasiado emocionado.
Tyler camina por el pasillo siguiendo a su padre en la distancia.
—¿Quién es ese? —Sylvie les mira intrigada.
—Tyler, el hijo de Karl.
—Madre mía que drama, ¿por qué no decidí venir a estudiar a Linston?
—Sigámosles —dice Vicent y empieza caminar con paso ligero hacia Tyler.
Los jóvenes recorren varios pasillos hasta llegar al despacho del director, Karl entra primero, luego Tyler, pero no se oye nada, nadie entra ni sale durante cinco minutos.
—Entremos.
Vicent encabeza el grupo, se acerca a la puerta y como mucho sigilo, gira el pomo hasta dejarla entreabierta. Guiña un ojo para intentar ver a través de la pequeña franja abierta pero no consigue ver nada, abre un poco más, las chicas se amontanan tras él intentando ver algo presas de la curiosidad y acaban cayendo los tres de bruces contra el suelo del despacho de Marcus.
—Vacío —musita Sylvie sorprendida—. No hay nadie —dice mientras se pone en pie.
—¿Cómo es posible? —Vincent mira a su alrededor.
Emma inspecciona el lugar minuciosamente, tal y como haría Nora. Sylvie y Vicent la miran ajenos a la situación, Emma camina hacia las estanterías de libros detrás de la silla de cuero negra de Marcus, la joven observa cada título con cautela hasta que siente una brisa de aire frío.
—¿Aire? —masculla.
Vicent y Sylvie se acercan a Emma, entre la estantería de la izquierda y la de la derecha hay una pequeña franja por la que entra una brisa fría. La estantería se abre como si de una puerta se tratase y golpea a Vicent por encima de la ceja, Emma y Sylvie dan un respingo y se apartan con rapidez. Marcus les mira, está obcecado en su huida y sale corriendo del despacho. La estantería vuelve abrirse y sale Karl enfurecido, mira a los jóvenes con cara de pocos amigos, Sylvie asustada y con la voz temblorosa le dice: <<Se ha ido por allí>>. Marcus asiente y sale del despacho.
—¿Habéis visto sus manos? —masculla Vicent, dolorido con la mano izquierda apoyada por encima de la ceja.
—Estaban manchadas de sangre —añade Sylvie.
Emma abre la estantería y se queda pálida, Tyler se encuentra tirado en suelo, con la espalda apoyada en la pared de piedra. Con ambas manos sobre el costado, presionando una herida que no deja de sangrar.
—¡Tyler! —grita Emma y por fin consigue correr hacia él.
La joven se pone de rodillas y le ayuda a presionar la herida, Tyler ahoga un grito y se retuerce de dolor. Vicent y Sylvie se acercan para ayudar.
—Tenéis... que ir... tras ellos —masculla Tyler apretando los dientes.
—Primero nos encargaremos de ti —susurra Emma.
—Mi padre... lo matará... —Tyler grita de dolor—. Marcus... tiene que ser detenido.
—Id tras ellos —dice Sylvie—. Puedo atenderle, estudio para esto.
—No voy a dejarlo —insiste Emma.
—Tenéis que avisar de qué está aquí y lleva un arma. La gente está en peligro.
—Vamos Emma, Sylvie sabe lo que hace, además avisaremos de que están aquí.
—Sálvalo —susurra Emma con los ojos vidriosos.
—Lo haré  —asiente Sylvie confiada.

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Nora se sienta en una de las sillas de plástico de color azul de la sala de espera, Emma no le ha contestado a ninguno de sus mensajes, Judith tampoco pero al menos sabe que está con Mikel. Laurent acaba de salir fuera del hospital para intentar ponerse en contacto con alguno de sus amigos.
Nora se deja caer sobre la silla e inclina la cabeza hacia atrás, cierra los ojos y exhala con fuerza. Cuando abre los ojos se encuentra con Connor King del revés que la mira aguántose la risa. Nora se vuelve a incorporar, se muerde el labio nerviosa e intentando no reírse.
—Te he traído un café —dice King sentándose a su lado.
—Gracias.
—¿Qué tal tú amigo?
—Le han puesto algún tipo de suero para que expulse toda las drogas que había en su cuerpo, con suerte en unas horas se recuperará y no tendría por qué haber consecuencias más graves.
—Estará bien. ¿Sabes algo de su madre?
—Sigue descansando, todavía no ha despertado desde que salió del quirófano.
—¿Han encontrado al culpable?
—Creen que podría esconderse en Linston —Nora mira el teléfono—. Pero no lo sé y mi amiga no responde a mis mensajes.
—Tranquila —intenta calmarla Connor.
—¿Nora? —murmura una voz femenina y joven detrás de ellos.
—¿Maddison? ¿Qué haces aquí?
—Estuve en coma tras el accidente y cuando por fin todo parecía ir bien, me dijeron que me tenía que quedar... estoy embarazada.
—¿Embarazada?
—Os dejo a solas —dice Connor con educación.
Maddison guía a Nora por los pasillos del hospital hasta su habitación para poder hablar a solas.
—¿Sabes de quién es? —musita Nora mientras cierra la puerta.
—Tengo dos opciones. Uno está muerto y el otro detenido.
—Brandon o Berto —murmura Nora asombrada.
—¿Y tú, qué haces aquí?
—Marcus ha estado drogando a Max y amenazando a Sharpay, tiene a su hija, Celeste internada en algún lado del mundo.
—Pero que cabrón —murmura Maddison—. Pobre de las mujeres que hayan caído en sus mentiras de caballero y educado.
—Mierda —musita Nora.
—¿Qué?
—Lena está en peligro —dice Nora tajante.

EUFORIA [CLIMAX 2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora