EUFORIA [CLIMAX 2]

Por un futuro mejor

El incendio se propaga por la cafetería de Paradise, Christian sale junto a Teddy que le ayuda a sacar a Paul, los sanitarios corren en su ayuda y los bomberos se disponen a pagar el fuego. Los amigos de Christian se acercan preocupados, Jay corre hacia él, preocupado y angustiado.
—No vuelvas hacer eso —susurra Jay con las lágrimas saltadas.
—Estoy bien, de verdad, estoy bien —masculla.
—Igualmente deberías dejar que te miren y acompañarles hasta el hospital por si a caso —le aconseja Nora.
—Te acompaño —murmura Jay nervioso.
—De verdad que estoy bien.
—Podrías haber inhalado demasiado humo —insiste Nora.
—Está bien, iré para quedarnos más tranquilos pero antes necesito saber donde está Frannie.
—¡Paul! ¡Teddy! —grita una mujer abriéndose hueco entre la multitud.
—¡Frannie! —Christian corre hacia ella y la envuelve entre sus brazos.
—¡No! —grita la mujer desconsolada—. ¡Mi vida entera destrozada!
—Volverá a ser como antes.
—¡Está entrando en parada! —grita una sanitaria—. ¡Tenemos que irnos!
Las ambulancias cierran sus puertas y salen con velocidad dirección al hospital.
—Teddy —masculla Judith preocupada.
—Paul, el joven Teddy —Frannie rompe a llorar.
—Iremos al hospital —dice Nora.

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Frannie y los jóvenes esperan durante horas en la sala de espera, Nora camina hacia la cafetería del hospital, se acerca a la barra y pide un café con leche, al girarse se topa con un joven de su misma edad.
—Perdona —musita Nora.
—No, no, he sido yo, no iba mirando.
—Es lo que tiene estar en un hospital.
—Ya... es tan desolador, ver tantas personas de diferentes edades que necesitan ayuda y no poder hacer nada.
—Suena a que estoy delante de una futura médica —el joven esboza una sonrisa.
—Eso espero —asiente Nora.
—¿Y como debería llamarla futura doctora?
—Nora, Nora Crown.
—Connor, Connor King.
—Encantada —añade con una sonrisa.
—Espero que no volvamos a ver, yo también espero convertirme en un médico en el futuro.
—Lo conseguiremos, estoy segura de ello.
Nora se despide de Connor, vuelve a la sala de espera con el resto, un hombre se acerca acompañado de una mujer.
—Lo sentimos, hemos hecho todo lo que hemos podido.
Frannie se tambalea a la par que su rostro se descompone, Christian se acerca para agarrarla, la mujer rompe a llorar, completamente destrozada, su marido Paul, acaba de fallecer. Los jóvenes se quedan a su lado, dándole todo su apoyo y amor.

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Sean se despierta, sale de la cama, entra al baño, se desnuda y entra a la ducha, tras salir se seca el pelo con una toalla, vuelve al cuarto, abre el armario y coge unos vaqueros y una sudadera amarilla. Golpean la puerta y seguidamente se abre.
—Buenos días —susurra una chica de pelo oscuro.
—Buenos días Silvie —dice con una mueca seria.
Silvie se percata de que Sean lleva el anillo con forma de corona puesto en el dedo, además, la corona rosada, que pertenecía a Lisa, la colocado en una cadena y lo lleva puesto como collar.
—¿Por qué lo hiciste? —murmura Silvie desconcertada.
—¿De qué estás hablando?
—Lo de Lisa, he visto que llevas su anillo como collar.
—Porque la quiero Silvie, la veía como mi futura mujer y la madre de mis hijos.
—Entonces, ¿por qué lo hiciste?
—Por ella —responde tajante.
—No lo entiendo, Lisa tenía derecho a tomar su propia decisión.
—Nunca lo entenderás.
—¡Pues explícamelo!
—Lisa me ocultó que la habían cogido en Linston, porque creía que nuestra relación era más importante.
—¿Y?
—Antepuso la relación a su futuro, no quiero que vuelva hacer eso.
—¿Y prefieres que te vea como un cabrón?
—¡Pues sí! —grita Sean—. Porque de que le sirve estar en Linston, si todo va a girar entorno a nuestra relación, quiero que haga lo que le guste, que disfrute de estar cumpliendo sus sueños y en un futuro, si la vida nos vuelve a juntar, ser felices juntos.
—Podrías hablarlo con ella, estoy segura de que lo hubiese entendido.
—Aceptaste a fingir que nos habíamos acostado, ¿por qué te arrepientes ahora?
—Porque eres un tío de diez y me jode que te hayas cargado tú relación perfecta cuando podrías haberlo hablado y ser felices hasta el final.
—Prefiero verla feliz cumpliendo sus sueños y con otro, a verla feliz conmigo pero rechazando sus sueños.
—Te acabarás arrepintiendo.
—Lo sé —balbucea Sean y acaba derrumbándose.
Silvie se acerca a él y le abraza, Sean la abraza con fuerza y rompe a llorar sobre su hombro.
—Gracias por ser mi apoyo Silvie.
—Siempre seré tú apoyo, compañero —susurra y le besa la sien.