Lo que siempre he querido

26 2 0
                                    

Christian está sentado en las escaleras de piedra que dan a la entrada de Linston, el nuevo director; Jack Lewis. Les ha ofrecido a todos los expulsados, regresar para acabar sus estudios y formar parte de la universidad de Linston. Christian ha aceptado a volver y acabar sus estudios.
—Buenos días guapo —Lisa se sienta a su lado.
—¿De dónde vienes?
—He estado desayunando en Paradise. ¿Tienes ganas de volver a Linston?
—No —suelta un suspiro—. Todos me miran como si fuese a pegarles una paliza en cualquier momento.
—Ninguno de ellos saben lo que realmente ha pasado, no eres ningún mosntruo —Lisa le pasa un brazo por los hombros—. Eres la persona más maravillosa que he conocido —le besa la sien con ternura—. Y estoy feliz de tenerte en mi vida, mi superhéroe.
—Gracias —murmura emocionado.
—¿Has hablado con Jay?
—Después de lo que pasó en el hospital, hemos decidido darnos un tiempo.
—El destino volverá a juntaros —le golpea el hombro con suavidad.
—No estoy tan seguro —susurra cabizbajo—. Tengo clase, nos vemos luego.
—Christian...
Lisa le observa subir las escaleras, está triste, decaído. La joven saca su teléfono y le envía un mensaje a Hayley. Guarda el móvil en el bolsillo delantero de la mochila y comienza a subir los escalones de piedra.

******* ******* *******
Hayley entrega el desayuno de unos jóvenes y vuelve detrás de la barra, Mark la recibe con una encantadora sonrisa. La joven se apoya en la barra.
—¿Te encuentras bien?
—Lisa me ha escrito. Dice que Christian está muy decaído.
—Es normal, solo han pasado una semanas de toda esa locura por la que ha tenido que pasar.
—Ahora entiendo que quisiera dejar todo atrás.
—Acabará animándose, ya lo verás.
—Pero me gustaría poder hacer algo, ayudarle de cualquier forma.
—Dale su tiempo, tal vez, necesite estar así unos días. Está bien, no estar bien.
—Tienes razón Mark, le daré el tiempo que necesite.
Judith entra acompañada por Sylvie, Jay y Laurent, ellos entran muy juntos y algo cariñosos. Hayley aprieta los dientes al verlos. Sylvie se acerca a la barra y le pide a Mark lo que van a tomar, este lo apunta y le dedica una sonrisa.
—Sylvie —musita Hayley.
—¿Si?
—¿De qué van Jay y Laurent?
—¿A qué son monos? Hacen tan buena pareja.
—Y una mierda —suelta Hayley—. Perdón.
—¿Ocurre algo?
—No, nada —interrumpe Mark—. En seguida os llevamos lo vuestro.
Sylvie se va hacia su mesa.
—¿Qué haces Hayley?
—No me da la gana que estos dos estén felices y mi Christian en la mierda —dice en susurros.
—Yo me encargaré de atenderles en todo lo que necesiten.
—¿Qué crees que voy hacer? ¿Escupirles en el desayuno?
—No me sorprendería.
Mark coge la bandeja y camina hacia la mesa de los jóvenes.
—Escupirles no, pero ponerle el café ardiendo si que lo hubiese hecho —musita Hayley.
—Buenos días jovencita —dice una señora sentándose en un taburete.
—Lo serán para ti... ¡Perdón! ¡Buenos días! ¿Qué le pongo? —esboza una amplia sonrisa.
Paradise se queda vacía, Frannie y Debbie salen de la cocina y les dicen a Hayley y Mark que van a ir a comprar, que enseguida vuelven. Hayley y Mark se preparan unos batidos y unas tortitas para compartir. Christian entra y sus amigos no se dan cuenta.
—Hola —dice con la voz apagada y entristecida.
Hayley se lanza sobre él, le rodea con sus brazos y lo estrecha contra su cuerpo con cariño y ternura. Christian la abraza con fuerza, esconde su rostro en el hombro de Hayley y rompe a llorar. Mark sale de detrás de la barra, se acerca a los dos, y los abraza con fuerza.
—Ya está Christian —musita Hayley—. Estás con nosotros, estás en casa.
—Eso es, estás en casa —asiente Mark emocionado.
Tras el abrazo, caminan hasta la barra, Mark entra a la cocina y prepara más tortitas, Hayley y Christian se ponen a hacer los batidos. Lisa entra en la cafetería, la reciben con sonrisas y alegría.
Lisa se acerca a Christian, ambos se miran, con los ojos llenos de lágrimas, no dicen nada pero con sus miradas los dicen todo, sonríen y se abrazan.
—Paradise me ha dado lo que siempre he querido —dice Christian emocionado.
—¿El qué? —Mark sale de la cocina con un plato de tortitas.
—Una familia —responde sonriendo y con orgullo.
Lisa y Hayley se acerca a él, Christian las abraza a la vez y con cariño.
—Te queremos —susurran las dos.
—Y yo a vosotras —murmura orgulloso.

EUFORIA [CLIMAX 2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora