incluso siendo reconocido, nada es fácil - julian alvarez (PAUSADA)

Borracho

Carolina al enterarse, se preocupó mucho más, ya que sabía que era una enfermedad super complicada para los niños de la edad, pero en parte estaba mucho más preocupada de que sea COVID-19.

Inmediatamente internaron a Bautista para poder ayudarlo a respirar mejor, ya que respiraba con dificultad. La realidad es que no tenía la nariz tapada, le costaba respirar porque no le entra bien al aire en los pulmones y cada vez que abre mucho los orificios de la nariz, se le escuchan sibilancias en el pecho.

Carolina se moría de calor en la clínica y más con el barbijo puesto; no se lo podía sacar en ningún momento, solo en el patio del lugar, pero en ningún momento iba a dejar solo a su hijo. Ya siendo el mediodía, Bautista estaba con mucho miedo; ya que nunca había estado en una clínica internado, solo iba ahí para que le colocaran las vacunas, nada más. En un principio Bautista tenía un simple catarro y después comenzó con otros síntomas como no querer comer, vómitos, fiebre alta, dolor de cabeza y muscular. La pediatra la había explicado a Carolina que iban a tenerlo en control durante 24-48 horas o hasta cuando se considere necesario en el caso de que mejore, que podía ser durante 1-3 días, aunque la tos duraría por una semana más.

Carolina no podía ni siquiera cerrar un ojo, ya que no quería dejar de ver a Bauti en la camilla. Él estaba dormido, pero buscaba la mano de su madre en todo momento y ahí estaba ella, al lado de la camilla dándole la mano para que pudiera dormir, aunque se despertaba cada vez que tosía. Horas después, Julián le mandó un mensaje cuando el plantel llegó a Mendoza para preguntar como estaban, hasta que Carolina le preguntó si podía llamarlo.

— Hola, Caro — le habla animado — ¿Cómo están?

— Hola, Juli — intenta hablarle con la mejor — ¿Cómo estás? ¿Qué estás haciendo ahora? — ignora su pregunta mientras ella estaba sentada en una esquina de la habitación, mirando cómo dormía Bautista.

— Bien bien — se escucha contento — Ahora estoy en la pieza con los pib...

— ¡Juli polleeeeraa! — Enzo lo interrumpe.

— La que llama a Juli es de Boca — se escucha que broma Gonzalo.

— Da dejenlos — ríe el Chino. Carolina sonrió al escucharlos bien.

— Perdón — murmura Julián.

— No pasa nada, mandales un beso — responde intentando poner su mejor voz, ya que se notaba cuando Carolina estaba triste o le pasaba algo.

— Recién terminamos de cenar.. ¿Ustedes? — vuelve a preguntar.

— Que bueno, Juli — hace una pausa — Nosotros estamos en la clínica... — murmura con miedo — Bauti tiene neumonía.

— ¿Qué? ¿Qué le pasó? — comienza a preguntar preocupado por su hijo. Se notaba en su voz que estaba alarmado.

— Tranquilo, está bien — intenta relajarlo — A la madrugada empezó con esa tos más fuerte, levantó temperatura, pero cuando empezó a vomitar lo traje a la clínica y nada.. Para entrar nos hisoparon, aunque era una urgencia — se queja — Después que lo atendieron le hicieron una radiografía del tórax y vieron que tiene neumonía — le explica.

— ¿Puedo verlo? O hablar con él — habla desesperado.

— Está durmiendo, Juli — Carolina habla relajada — Pero quedate tranquilo que por ahora está bien, en serio. La pediatra me dijo que está por mejorar, si hoy a la noche está mejor, le dan un antibiótico y volvemos a casa — habla con esperanza — Pero va a estar bien.. Yo te lo digo porque no voy a ocultarte que Bautista tiene neumonía. Además, siempre que lo llamas hacen videollamada y que ahora te diga que no, iba a ser raro.