10 paquetes

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Las semanas pasaron como si nada y ya era septiembre. Julián se adaptó totalmente al club y al lugar, al igual que Bautista y Carolina. El cordobés estaba comenzando a tener una gran temporada en el City, sin destacar que en el último partido hizo dos goles contra el Nottingham Forest. También se sumaba la ansiedad por el mundial se sentía en el aire y los comentarios y suposiciones no se escondían.

¿Cuándo iban a sacar la lista de convocados?

¿Iba a ser el último mundial de Messi?

¿Cuántas chances hay de que Argentina gane el mundial en Qatar?

¿Arabia Saudita, Mexico y Polonia serán más que Argentina?

— ¡Quiero 10, ma! — Bautista señala los packs que estaban en la librería, logrando sacar a Carolina de sus pensamientos al leer la tapa de una revista.

(Leclerc confesó lo que todos queríamos saber: No voy a contar sobre mi relación con Carolina

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(Leclerc confesó lo que todos queríamos saber: No voy a contar sobre mi relación con Carolina. Sólo se que con Julián están bien por su hijo.. Pero no van a volver).

— Could you give me 10 packages, please? (¿Podrías darme 10 paquetes, por favor?) — señala Carolina amablemente detrás de la mujer, dándole el álbum que había comprado anteriormente a Bautista.

— Sure (Claro) — asiente la mujer, entregándole los 10 paquetes a la argentina — It would be £3 (Serían £3).

— Thank you, have a nice day (Gracias, que tengas buen día) — Carolina se va junto a Bautista no sin antes pagarle a la chica.

— Zenkiu — imita Bautista divertido, sacándole una sonrisa a su madre — ¿Lo dije bien? — pregunta curioso.

— Yes (Si) — asiente Carolina orgullosa, sabiendo que Bautista estaba comenzando a entender y manejar el idioma.

Los dos se subieron al coche y se dirigieron a su hogar, pero Carolina no paraba de pensar en la tapa de revista que había leído hace un momento.

Julián nunca dijo eso.

Y tampoco era capaz de decirlo.

— ¿Lo conseguiste? — es lo primero que pregunta Julián cuando ve a Carolina y luego a Bautista al entrar a la casa.

— Hola amor, ¿cómo estás? — lo saluda sarcásticamente al notar que estaba más interesado en saber si compraron el álbum que su bienestar — Yo bien, gracias — ríen los dos mientras que ella se dirige al baño para lavarse las manos.

— Vení, amor — Julián la persigue para darle un fuerte abrazo para recibirla bien — Te extrañé — susurra en el abrazo.

— Yo también — responde un poco seria, pero no lo hacía intencionalmente. Estaba muy inestable.

— ¿Pasó algo? — pregunta dándose cuenta del accionar de su comprometida.

— No, tranqui — sonríe fingiendo la preocupación que llevaba — ¿Ahora me ayudas a preparar la cena? — propone intentando distraerse.

incluso siendo reconocido, nada es fácil - julian alvarez (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora