Papá Noel

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Ambas familias estaban en el living almorzando pastas hechas por Carolina y Lucas, ya que quisieron recrear una receta que hacían años atrás. En Italia era otoño, por lo que hacía frío pero a veces la temperatura aumentaba brutalmente. Carolina se estaba muriendo del calor, por lo que le pidió a Agustina una musculosa prestada, la cual le dió.

— ¿Te quedó bien? Sino te busco otra — dice Guchi al ver que Carolina apareció en el living en donde estaban todos.

— Sisi, me quedó bien — asiente sonriendo — Gracias.

Los minutos pasaban y en un momento, Lucas estaba pendiente a la cocción de las pastas, mientras que Carolina tomó un descanso breve en el sofá junto a Bautista, ya que Guchi y Julián estaban poniendo la mesa con ayuda de Mía.

— Vení — Carolina estira los brazos acostada para que Bautista se acercara a ella y la abrace.

— Que rico olor, mami — dice el pequeño al notar su aroma que le encantaba.

Carolina no de había perfumado desde antes de viajar hacia Fiorentina, pero Bautista sentía su aroma corporal, llamándole la atención.
El menor comenzó a oler su cuello estando encima de ella, y su madre comenzó a hacerle cosquillas, logrando que Bautista se estalle de la risa, contagiando a todos en la casa.

— Basta, mami — pide con la respiración agitada de tanto reírse.

— Solo si me abrazas otra vez — Carolina hace un pucherito, viendo como su hijo la abrazaba con ternura y volviendo a oler su cuello.

Bautista se quedó observando el pelo de Carolina, con el que se puso a hacer mimitos en algunas de sus mechas delanteras, hasta que sus ojos se posaron en sus pechos.

— ¿Te golpeaste, mami? — pregunta al ver un muy pequeño moretón en la teta izquierda de Carolina.

Segundos después, antes de que ella respondiera, Bautista corre con delicadeza un poco la musculosa de su madre hacia bajo, dejando ver que el moretón era un poco mas grande.

Eran chupones.

— Si, el otro día me lastimé con el corpiño — miente Carolina, levantándose la musculosa rápidamente. Ella se había tapado los chupones hechos por Julián antes, ya que no le parecía "respetuoso" dejarlos a la vista. Probablemente al estar en movimiento con Bautista, hizo que se le corriera un poco el corpiño y Bautista logró verlo, aunque solo fue uno solo.

— ¿Qué pasó? — aparece Julián, recostándose al lado de ellos. Ya había terminado de poner la mesa.

— Na... — intenta hablar Carolina.

— Mami se golpeó acá — Bautista toca la teta izquierda de Carolina.

Julián había entendido rápidamente lo que estaba ocurriendo.

— Tenes que ponerte crema.. ¿Cómo te lastimaste? — pregunta haciéndose el desentendido.

— Con el corpiño — Carolina lo fulmina con la mirada, ya que sabía que el cordobés se estaba aguantando las ganas de reírse.

— ¡Ya está la comida! — aparece el Chino expandiendo la "A" con entusiasmo.

(...)

carolinamessi

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incluso siendo reconocido, nada es fácil - julian alvarez (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora