Domingo 25 (2/3)

347 40 6
                                    

Abrí mis ojos repetidamente y noté que estaba recostada en una cama, observando que me encontraba en una habitación blanca y el ruido de un monitor cardíaco se escuchaba a mi lado.

Estaba en un hospital.

Pero era todo muy distinto.

O así se sentía.

Neymar estaba sentado a mi lado tomando mi mano con preocupación, mientras que Leo y Antonella, junto a Thiago, estaban en el otro extremo del cuarto en silencio. Pero mi ahijado fue el que me señaló y dijo "pa" cuando vio que abrí los ojos, causando que los mayores en el cuarto comiencen a acercarse y a observarme.

— ¡Enfermera! — Neymar sale del cuarto hacia el pasillo — ¡Se despertó!

— Cariño, ¿cómo te encuentras? — se vuelve acercar a mí, dejando un beso en mi frente.

— Bien — respondo concreta — Estoy un poco mareada, nada más — digo sincera.

— Menos mal que no te desmayaste en la calle — se alegra Neymar, dejándome confundida.

— ¿Me desmayé? — pregunto un poco alarmada.

— Si — Antonela entra en la conversación.

— Menos mal que no tenías a Mateo en brazos — ríe Leo mirándome con cuidado.

— Querrás decir Ci.. — lo intento corrijo divertida, pero la presencia de alguien me interrumpe al intentar terminar de mencionar a mi sobrino.

— Carolina — sonríe la enfermera al entrar a la habitación — ¿Cómo te sientes ahora? — me pregunta alumbrándome la vista con una pequeña linterna y mirando una de las máquinas que se encontraban a mi lado.

— Bien — respondo relajada — Fue un golpe intenso, no pensé que me iba a desmayar — sonrío al saber que fue un golpe estúpido.

— No te preocupes — sonríe entendiéndome — Ahora en un rato vamos a hacerte unos estudios más y si sale todo bien, ya podes volver a casa — comenta segura.

— Okey, gracias — asiento mientras que ella me devuelve una sonrisa y se retira del cuarto — Qué bien habla español — opino sorprendida al recordar que estábamos en Catar — ¿No es de acá, no?

— ¿Cómo que no? — pregunta Leo obvio — Es de Rosario.

— ¿Y Rosario desde cuando está acá? — comienzo a tentarme como boluda.

— Uhh — niega Thiago riéndose — Es la anestesia.

— Dejen de boludearme — niego divertida al saber que se estaban aprovechando de mi situación.

— No sean malos con mi bebé — dice Neymar acercándose a mí para besarme, pero corro mi cara hacia un costado con rapidez — ¿Qué ocurre? — pregunta preocupado al ver que le corrí la cara.

— ¿Bauti con quién está? — pregunto al ver que no estaba en el cuarto, ignorando la actitud rara que tuvo Neymar conmigo — ¿Le dijeron a Juli?

Pero los cuatro me miraban confundidos.

— Ey — llamo su atención — Les pregunté algo — insisto.

— ¿Qué Juli? — pregunta Lionel.

— Delen, estoy preguntando en serio — comienzo a ponerme seria — Juli, boludo.

— Ahh — asiente logrando que mi alma vuelva a mí — ¿Julieta Garais? Pensé que ya no eran más amigas — habla tomándome en el pelo — No le avisé, ¿para qué le voy a decir?

— ¡A Juli— el susurro de Thiago me interrumpió nombrar a Julián, colmando mi tranquilidad.

— ¿Quién es Bauti? — le susurra Thiago a su madre.

— Bautista, Thiago, mi hijo — respondo obvia — Primo tuyo, de Mateo y Ciro — menciono ganándome miradas raras de todos.

— ¿Quién es Ciro, tía? — pregunta Thiago confundido — ¿Tengo un primo?

— ¡Basta de joderme! — hablo enojada, comenzando a alarmarme más de lo habitual — ¡Llamen a Julián y traigan a Bautista! — comienzo a temblar.

— Cariño.. — Neymar toma mi mano nuevamente — Nosotros no tenemos un niño.

— ¿Qué día es? — pregunto sin más esperanzas.

— Domingo — contesta Neymar — 25.

— Fecha completa — vuelvo a insistir.

Domingo 25 de febrero de 2018 — responde Antonela.

No podía ser real.

No podía más.

Mis lágrimas comenzaron a derramarse en forma de cántaros, Neymar y Lionel me bombardeaban con preguntas: ¿quién es Bautista? ¿quién es Ciro? ¿te golpeaste la cabeza? ¿quién es Julián? ¿llamo a mamá? ¿tomaste algo? Pero no podía ni siquiera reaccionar.

Hasta que Leo lo mencionó.

— ¿Julián Álvarez?

— ¡Si! — respondo como si fuera mi última palabra antes de morir.

— ¿Quién es? — susurra Neymar, pero ya no podía continuar así.

— Por favor, paren — pido cerrando mis ojos con fuerza, pidiendo internamente que todo sea un sueño y ya.

— Hola — escucho su voz.

Y ahí estaba Julián.

En la entrada de la habitación, pero no corrió a mí.

Se quedó a un costado, casi escondiéndose detrás de Lionel. Su rostro se notaba perdido, como si no quisiera estar acá, ni siquiera parpadeaba. Ni siquiera me miraba.

— Anda, mi hermana quería verte — le susurra Lionel al cordobés.

— Hola — se acerca con timidez a mí, pero yo me acerco a él como si yo fuera un depredador en busca de su caza.

Me tiro sobre él para abrazarlo y espero que sus brazos me recojan para sentirme segura como siempre, pero no sucedió.

Él se quedó duro.

— ¿Dónde está Bauti? — susurro sin soltarlo, pero se separa de mí lentamente, viendo que me miraba de una forma extraña.

— Caro.. No sé quién es Bauti.. Y tampoco se por qué querías verme — tartamudea nervioso.

incluso siendo reconocido, nada es fácil - julian alvarez (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora