Excusa

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Carolina no sabía que responderle, al igual que Gallardo, aunque él claramente se dio cuenta al instante que todavía no le habían dado la noticia a Bautista, pero tampoco le correspondía a él darle la noticia.

— ¿Quién dijo eso? — pregunta haciéndose el boludo.

— Un periodista — responde triste intentando no llorar. El estaba sentado en la mesa de conferencia, mientras que Carolina y Marcelo estaban parados enfrente de él.

— Ahhh — asiente Marcelo — Se habrá equivocado, Bauti.. Porque el que se va a ir es Carrascal — confiesa, haciendo que Bautista se sorprenda y deje huellas de algún posible llanto.

— ¿En serio, Muñe? — habla sorprendido.

— Si, pero todavía no se lo informamos al público, así que no digas nada — sonríe apoyando levemente su dedo índice en sus labios (🤫) — Pero nadie más se va a ir de River por ahora... A no ser que tu papá quiera irse — ríe mirándolo.

— Si mi papá se v... — la puerta interrumpe a Bautista.

— ¿Qué pasó? Hay un montón de periodistras adentro — entra Julián confundido — Permiso, Muñe — se disculpa.

— Pasa tranquilo, Juli — lo invita sin problema — Nada, no sé porqué los dejaron pasar — mira su celular, intentando de avisarle al personal para que le digan a los de seguridad que los retiren.

— ¿Están bien? — pregunta Julián mirando a Carolina, hasta que luego notó los ojos brillosos de Bautista — ¿Pasó algo? — le pregunta al menor, acercándose a él.

— Por suerte no, pero nos preguntaban pelotudeces — responde Carolina un poco estresada.

— ¿"Nos"? — pregunta el cordobés — ¿A Bauti también? — pregunta con un tono un poco enojado.

— Si — asiente Carolina — Pero justo Marcelo salió de la oficina y nos hizo entrar.

— Vamos a casa — habla Julián estresado, haciéndole upa a Bautista, quién no tardó en aferrarse a su padre — Gracias, Muñe — lo abraza agradeciéndole por el favor.

— No es nada, Julián — lo abraza, no sin antes abrazar también a Bautista — Chau, Bauti — le sonríe amablemente.

— Chau, Muñe — responde amoroso.

— Muchas gracias, Marcelo — se despide Carolina.

— No me tienen que agradecer nada, fue una confusión del personal. Disculpen — la saluda de la misma forma.

— Tranqui — habla Julián, tomando el picaporte de la puerta para salir hacia el estacionamiento del equipo — Nos vemos pasado mañana — se despide el cordobés, mientras que Carolina lo seguía atrás.

Por suerte al salir por la puerta de atrás del club, nadie los vio ni invadió su privacidad. Apenas entraron al auto del cordobés, Carolina estaba muy rara por lo ocurrido anteriormente, y Julián no tardó en darse cuenta que estaba rara.

— ¿Puedo preguntar? — susurra Julián mirándola mientras encendía el auto, sin que Bautista escuchara.

— Ahora no — responde en el mismo tono — Estamos bien — sonríe mirándolo — Vamos a casa, amor.

Julián asintió con una sonrisa y comenzó a retirarse el estadio.

— ¿Qué queres comer, Bau? — pregunta Julián.

— Una picada — responde humildemente.

— Ah... Tranqui vos — ríe el cordobés, recordando su mapa mental para ver en donde podía ir a comprar la cena — ¿Qué onda el partido? — pregunta curioso en saber la opinión de su hijo. Siempre lo hacían y analizaban todo.

incluso siendo reconocido, nada es fácil - julian alvarez (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora